Europa se prepara para la desconexión definitiva de los británicos el 1 de enero
El tratado de librecomercio aprobado en la Nochebuena se aplicará de modo provisional al comenzar el año, a la espera de la ratificación parlamentaria
La presidencia alemana envió ayer una carta al Parlamento Europeo anunciando que los países miembros se disponen a aplicar provisionalmente el Tratado de Libre Comercio con el Reino Unido para evitar un vacío legal a partir de la medianoche del 31 de diciembre, a la espera de su ratificación parlamentaria que no podrá tener lugar antes del 18 de enero. Los representantes permanentes de los países miembros se reunieron ayer para analizar el resultado de las negociaciones que es un texto de 1.246 páginas que ahora deben ser traducidas y analizadas minuciosamente por los gobiernos nacionales.
En la reunión de los embajadores en el Coreper estuvo presente también el negociador europeo, Michel Barnier , que después de haber logrado cerrar este escabroso proceso podrá jubilarse tranquilamente dentro de un mes, cuando haya cumplido ya los 70 años, la mayor parte de los cuales invertidos como servidor público de su país, Francia, y de la Unión Europea. El portavoz de la presidencia alemana reveló en redes sociales que en la reunión «los embajadores de la UE elogiaron a Michel Barnier y al equipo negociador de la UE por su resiliencia y firmeza bajo una intensa presión durante la negociación del Brexit con el Reino Unido»
Barnier resumió el resultado de su trabajo como un acuerdo «razonable» en el que recordó que ha tenido mucho que ver el hecho de que los socios comunitarios han mantenido la unidad sin fisuras ante las posiciones británicas. Los países han pedido ahora algo de tiempo para analizar todos los detalles y también han recordado a la Comisión que debe poner en marcha el fondo de 5.000 millones previsto en los presupuestos comunitarios para ayudar a los sectores que se vean más afectados por la salida de los británicos de la UE. Aunque se trate de una aplicación provisional, los distintos gobiernos de los países miembros deben aprobar por unanimidad su contenido , para lo que será necesarias una nueva reunión del Coreper en los próximos días. Por ahora no se tiene constancia de que haya posiciones incompatibles con lo que se ha pactado, por lo que en principio se espera que sea un trámite más o menos automático. El presidente francés, Emmanuel Macron, de quien se podía temer que hubiera puesto pegas al resultado, elogió el desarrollo de las negociaciones.
Las discusiones sobre la pesca fueron el mayor obstáculo para el acuerdo y fueron superadas gracias la intervención directa de la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen que mantuvo varias conversaciones telefónicas directas con el primer ministro británico, Boris Johnson .
Von der Leyen ha garantizado a los europeos que «la competencia en el mercado único seguirá siendo justa» puesto que «se respetarán las reglas y estándares de la UE y tenemos herramientas efectivas para reaccionar si la competencia leal se distorsiona y afecta a nuestro comercio». Al mismo tiempo se garantiza que «continuaremos operando con el Reino Unido en todas las áreas de interés mutuo, como el cambio climático, la energía, la seguridad y el transporte». Barnier les dijo ayer a los embajadores que, como si fuera un divorcio, las dos partes salen perdiendo en la separación, pero en su labor se ha esforzado por «limitar los daños».
El caos que se ha producido en las aduanas británicas en los últimos días a causa del cierre de las comunicaciones con Europa como medida preventiva por la aparición de una variante del virus Covid-19 ha servido probablemente para ilustrar qué podría suceder si no hubiera habido un tratado que regulara las reglas entre los dos antiguos socios.
La recta final de las negociaciones fue un trámite trabajoso que se prolongó hasta muy tarde del 23 y toda la mañana del día de Nochebuena. El acuerdo se dio finalmente por cerrado a las 14:44 del día 24, hora de Bruselas, poco antes de que la presidenta de la Comisión y el negociador europeo compareciesen en una rueda de prensa virtual para anunciarlo formalmente.
Según las revelaciones del proceso negociador que van siendo conocidas, en las últimas horas del proceso, ante la inminencia de las festividades de Navidad y el aumento de la desconfianza de los dos lados, se llegó a temer realmente que el acuerdo sería imposible y que se produciría el temido Brexit sin acuerdo. Michel Barnier había advertido a su equipo que «según mi experiencia, con el Reino Unido hay que tener cuidado hasta el último minuto ».
La Unión Europea pensaba que el Reino Unido consentiría una nueva prórroga del periodo de transición para evitar una situación caótica, pero Johnson fue siempre inflexible en este punto, que le separaba de sus antecesores, en especial de Theresa May , que fue la autora de la negociación del tratado de la separación.
Ahora, todo se centra en los esfuerzos de Boris Johnson para convencer a los más radicales partidarios del Brexit dentro de su propio partido para que no le acusen de traidor. En las últimas horas, sus servicios estaban ultimando un informe según el cual las posiciones británicas habrían prevalecido en el 43% de los puntos, el 40% habrían sido compromisos mutuos y la UE habría obtenido ventajas en el 17% restante. Claro que eso se refiere a los objetivos que se habían fijado desde Londres, lo que no significa que sean ventajas para su país en la nueva relación con Europa.
Cuando este proceso empezó hace cuatro años , un importante representante alemán en la política europea decía que «si el Reino Unido se va de la UE no puede ser en ningún caso un éxito para los británicos». Da la impresión de que el balance es en este sentido muy claro.
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