Estados Unidos ofrece 27 millones de dólares de recompensa por la cúpula de Al Shabab
La cabeza de Abu Ubaidah «Direye», actual líder del grupo, se subasta en 7 millones de dólares
La ley del lejano Oeste exportada a Somalia. El Gobierno de Estados Unidos ha anunciado que ofrecerá cuantiosas recompensas a aquellos delatores que ofrezcan información para la captura de seis destacados líderes de la milicia somalí de Al Shabab.
Entre los principales implicados en esta subasta terrorista, de coste total 27 millones de dólares, se encuentran el actual líder del grupo armado, Abu Ubaidah «Direye» (7 millones por su cabeza), así como Mahad Karate (5 millones), a quien se acusa de ser responsable, entre otras matanzas, del asalto a una universidad en la localidad keniana de Garissa, el pasado mes de abril, que dejó 152 muertos.
De igual modo, la vida de otros dos integrantes de la facción islamista - Maalim Daud , responsable de la red de entrenamiento, y Hassan Afgooye , jefe financiero del grupo- está cuantificada en 5 millones cada una.
De menor calado son las retribuciones (3 millones) que penden sobre Maalim Salman , a quien se acusa de operaciones contra intereses turísticos del continente, y Ahmed Iman , del aparato de reclutamiento en la vecina Kenia.
Ya en junio de 2012, el Departamento de Estado norteamericano había abierto la veda monetaria sobre el grupo somalí. Entonces, se ofrecían suculentas recompensas por, entre otros, Ahmed Godane, líder del grupo radical hasta su fallecimiento en septiembre de 2014, así como Ibrahim Haji Jama, cofundador de la milicia. Curiosamente, este último sería ajusticiado por miembros del propio Al Shabab en verano de 2013, en un enfrentamiento interno entre facciones islamistas.
Debate interno
Desde la muerte el pasado año de Godane, también conocido como Mukhtar Abu Zubeyr, por entonces líder de Al Shabab, en un ataque lanzado por fuerzas armadas estadounidenses, el grupo somalí sufre un profundo debate interno.
La muerte de Godane supuso entonces un serio revés para los yihadistas, una organización tejida a imagen y semejanza de uno de los huesos duros del islamismo radical. Días después, el mando fue asumido por una corriente «de continuidad» en manos de Abu Ubaidah «Direye», su antiguo consejero .
No obstante, el debate sobre si el grupo debe cesar en su histórica alianza con Al Qaida para estrechar lazos con el Estado Islámico, al igual que han hecho otros grupos regionales (caso de Boko Haram), continúa gangrenándose.