Los españoles atrapados en Filipinas luchan por volver a casa
El pasado 12 de marzo, el Gobierno filipino ordenó el cierre por tierra, mar y aire de Manila, ante la crisis causada por el coronavirus
Mientras se suceden las noticias sobre el cierre de fronteras, los ciudadanos españoles que viajaban cuando estalló la crisis sanitaria apuran el tiempo y sortean todos los obstáculos para intentar volver a casa. Es el caso del grupo que se ha quedado en Filipinas, que integran 490 personas, según las cifras que manejaba Efe esta semana. Manila ha anunciado que va a suspender de manera temporal la concesión de visados a todos los extranjeros este jueves, añadía hoy la misma agencia.
En medio de esta situación de incertidumbre, ABC ha podido hablar con uno de los españoles afectados por este repentino cerrojazo de la movilidad en el mundo, una joven llamada Cristina Álvarez , de 26 años, que había ido de viaje a Filipinas con su novio, Javier Ochoa , de 27. Después de un año viviendo en el extranjero, en concreto en Australia, la pareja se animó a viajar por el Sudeste asiático. Cuando llegaron a Filipinas, escucharon las noticias sobre la expansión del coronavirus y se decidieron a volver a España.
«Llegamos aquí el 24 de febrero y todo iba bien, hasta que el 12 de marzo por la noche el presidente de Filipinas envió un comunicado, diciendo que iba a cerrar el aeropuerto de Manila en dos días», cuenta Álvarez al otro lado del teléfono. «El viernes por la mañana, nos enteramos del comunicado del Gobierno de Filipinas», añade, en referencia al cierre por tierra, mar y aire de la capital. Desde ese momento, Álvarez tuvo que luchar para conseguir un vuelo para regresar a casa, porque también cancelaron los vuelos desde el aeropuerto de Puerto Princesa, que estaba «plagado de gente, con todo el mundo sufriendo la misma situación».
A diferencia de otros españoles, Álvarez ha tenido finalmente suerte y va a poder regresar. Tras debatir con su agencia de viajes, logró hacerse con un vuelo «a Dubái, y luego hemos comprado otro de Dubái a Lisboa », explica al otro lado del teléfono. Sin embargo, todavía queda por arreglar la situación del resto de sus comptriotas, que continúan atrapados.
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