Escándalo en el Ayuntamiento de Roma por premiar con 360 euros a empleados para que no enfermen
Ante la permanente emergencia de la recogida de residuos en la capital, el nuevo alcalde ofrece un bono para reducir el absentismo laboral
Para limpiar Roma, una de las ciudades más sucias de Europa, el nuevo alcalde, Roberto Gualtieri, del Partido Democrático, izquierda, se ha inventado una solución que ha creado gran escándalo: pagar un bono para evitar el absentismo laboral . La empresa municipal de recogida de residuos (AMA), una de las más grandes de Europa, con 7.500 trabajadores, es una enferma crónica al borde de la quiebra. Crónico es también el absentismo laboral. Cualquier trabajador obtiene con facilidad un certificado médico de baja por enfermedad. Los datos de la empresa indican que el absentismo llega a una media del 15 % del personal , es decir, cada día faltan al trabajo más de 1.000 empleados. La ausencia de controles, alienta ese fraude. El resultado es que la capital italiana vive de forma casi permanente la emergencia de la recogida de residuos.
La suciedad, con basuras acumuladas en muchas calles incluso en el centro de la capital, ha sido el reflejo del fracaso de la gestión de la anterior alcaldesa Virginia Raggi , del Movimiento 5 estrellas, que conquistó el ayuntamiento hace 5 años con el 70% de los votos, pero lo perdió estrepitosamente en el pasado mes de octubre, al ser votada por menos del 20% de los romanos. Su sucesor, Roberto Gualtieri, exministro de Economía, el primer compromiso que adquirió tras ser elegido fue el de limpiar la ciudad para las navidades. Para ello, la nueva dirección de la empresa AMA ha decido otorgar un bono de 360 euros brutos a los empleados que no se ausenten en 50 días del trabajo hasta el 9 de enero (salvo los festivos y días libres previstos por ley). Con tres días de ausencia, el bono se rebaja a 260 euros, con cinco días a 200 euros. Son cifras considerables, teniendo en cuenta que el salario medio de estos empleados es de 1.400 euros brutos al mes.
Duras críticas
En definitiva, el ayuntamiento, de acuerdo con los sindicatos de la empresa municipal, premia a los empleados por hacer su trabajo normal, para que no se «enfermen». El costo de la operación es de tres millones de euros, bonos que se pagan no por realizar un trabajo suplementario o mejorar la producción, sino solo para evitar las ausencias.
Los sindicatos y el ayuntamiento se defienden señalando que se trata de un «premio normal a la productividad». El municipio advierte también de que «a partir de ahora se acabará con el fraude de los empleados astutos». Pero los medios italianos consideran la medida del nuevo alcalde como un escándalo, una vergüenza para quien cumple honestamente con su trabajo y paga las tasas municipales de Roma, las más altas de Italia. El diario 'La Repubblica' afirma que el nuevo alcalde Gualtieri ha inventado «la corrupción honesta» y advierte del riesgo de que, pasadas las navidades, se vuelva a acumular las basuras y el ayuntamiento tenga que recurrir a nuevos bonos subsidios para limpiar la ciudad.