El endurecimiento de las sanciones frena el encuentro entre Rohani y Trump
En el marco de la 74 Asamblea General de Naciones Unidas, los esfuerzos de, Emmanuel Macron, por juntar a los líderes no han surgido efecto
La posibilidad de un encuentro cara a cara entre Donald Trump y Hasán Rohani en el marco de la 74 Asamblea General de Naciones Unidas se enfrió tras una jornada marcada por las nuevas sanciones de Estados Unidos a la República Islámica y la negación por activa y pasiva de un posible encuentro por parte del presidente iraní. Los esfuerzos del presidente francés, Emmanuel Macron , por juntar a los líderes y rebajar la tensión en el Golfo se dieron de bruces con el anuncio de «nuevas medidas» punitivas realizado por el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo . Rohani subió al estrado y, con tono firme, anunció que se niega a «cualquier negociación bajo sanciones ». El clérigo moderado, principal artífice del acuerdo nuclear sellado en 2015 con Barack Obama y roto después de forma unilateral por Trump, señaló que «las fotos de recuerdo son la etapa final de las negociaciones, no la primera» y recordó al resto de firmantes que «si quieren una respuesta positiva (...) el único camino es volver a los compromisos y cumplirlos».
La buena sintonía que reinó de forma temporal en 2015 entre estos dos países se acabó con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Aunque Irán cumplía todo lo pactado, según los observadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica, el presidente republicano rompió el acuerdo y volvió a imponer sanciones, lo que ha herido de muerte al pacto. El mandatario iraní denunció los «crímenes y presiones» de Estados Unidos «contra la vida de 83 millones de iraníes , especialmente mujeres y niños», las principales víctimas de las sanciones. Europa es incapaz de adoptar medidas que permitan a Teherán superar los castigos - el más importante es la imposibilidad de vender petróleo, principal fuente de recursos del país – y los iraníes han ido adoptando medidas que le alejan del texto acordado y que le han permitido incrementar sus reservas de uranio enriquecido por encima del máximo de 300 kilogramos establecido por el acuerdo y exceder el umbral de 3,67% en la pureza de sus reservas de uranio.
«Pongan fin a las sanciones para abrir la vía para abrir las negociaciones», insistió Rohani ante una Asamblea en la que su país se ha convertido en uno de los grandes protagonistas. La crisis atómica evoluciona de forma paralela a la creciente inestabilidad en el Golfo, donde desde el verano se repiten los ataques contra barcos e instalaciones petroleras. Arabia Saudí y Estados Unidos acusan a los iraníes de estar detrás de estos ataques, pero la República Islámica niega su implicación.
Ante la política de «presión máxima» de Trump, Rohani aclaró que «la paciencia de Irán tiene un límite. Cuando Estados Unidos no respeta una resolución de la ONU y Europa demuestra su incapacidad, el único camino viable es depende en el honor nacional, la dignidad y el poderío». Un aviso sobre el futuro próximo del programa atómico en el que los iraníes seguirán dando pasos que le alejan del texto acordado en 2015 como medida de presión para que Europa mueva ficha.
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