Las elecciones en Bolivia, aplazadas por el Covid-19, se celebrarán el 6 de septiembre
El acuerdo, alcanzado por los grupos políticos y el órgano electoral, tiene que ser refrendado por una ley en el Parlamento
Parecía complicado pero no lo fue tanto. Los partidos bolivianos acordaron convocar elecciones generales, el próximo 6 de septiembre. El compas de espera en el que había entrado el país (estaban convocadas para el 3 de mayo) por culpa del nuevo Coronavirus, había desembocado en una ola creciente de protestas y críticas a la presidenta interina, Jeanine Áñez quien, pese a las presiones, logró mantener bajo control la pandemia. A día de ayer, se registraban 343 muertes, 10.531 contagios y 1.137 personas recuperadas. La población de Bolivia no llega a los doce millones.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) enviará, en los próximos días, un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa Plurinacional (equivalente al Congreso) donde se ratificará la fecha consensuada. Salvador Romero , presidente del TSE, aclaró que tras «la negociación» los comicios podrán celebrarse, «hasta el domingo 6 de septiembre de 2020» pero, tal y como está previsto, «una vez publicada la ley, el órgano Electoral fijará ese día como fecha de la elección general a través de una resolución».
El anuncio se hizo en presencia de los candidatos de los principales partidos políticos que aspiran a suceder a Áñez quien, pese a su negativa inicial, también se postula para sucederse a sí misma . «Es mejor el 6 de septiembre que el 2 de agosto», observó el expresidente y candidato por la coalición Libre21, Jorge Tuto Quiroga , en alusión a la otra opción que se había barajado. El también expresidente, Carlos Mesa , en rigor, el más perjudicado por las revueltas y «pucherazo» de las elecciones de octubre que terminaron con Evo Morales refugiado en Argentina, celebró el consenso para decidir el día en el que volverá a tener una nueva oportunidad. Luis Arce , el ex ministro de Economía de Morales y según los sondeos, favorito en la primera vuelta aunque sin el respaldo suficiente para evitar un balotaje, consideró determinante su apoyo a la mesa de negociación para despejar el camino a las urnas.
El titular del TSE recordó: «Aunque enfrentamos el proceso electoral más complejo de la historia democrática, Bolivia debe tener la certeza de que la elección del 2020 cumplirá a la vez con los exigentes estándares de integridad electoral, calidad democrática y protección sanitaria . Es el compromiso del Tribunal Supremo», insistió.
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