EE.UU., sobre la negativa a cerrar los cielos: «Queremos acabar con la guerra, no expandirla»

Aunque con el bombardeo de un hospital infantil se ha reabierto el depate sobre si cerrar el espacio aéreo en Ucrania, EE.UU., la OTAN y sus aliados han vuelto a defender que esa no es una posibilidad

Estos son los efectos de las ojivas termobáricas, las potentes bombas que Ucrania teme que Rusia use

La guerra también tiene leyes: cuáles son y cómo se aplican

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken AFP

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Los informes sobre el bombardeo de una maternidad en Mariúpol, la ciudad del sur de Ucrania asediada desde hace días por la artillería rusa, han intensificado los llamamientos para el establecimiento de una zona de exclusión aérea por parte de los aliados occidentales. El más fuerte, el del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski , que compartió un vídeo del edificio destrozado en sus redes sociales: «Hay gente y niños bajo los escombros», escribió. «¿Duran te cuánto tiempo va a seguir siendo el mundo un cómplice del terror? ¡Cerrad los cielos ahora!», exigió en referencia al establecimiento de esa zona de exclusión aérea, que permitiría a Ucrania una defensa más ventajosas y la protección de su población civil y de los corredores humanitarios.

La OTAN, EE.UU. y sus aliados volvieron a defender que esa no es una posibilidad, ni siquiera ante eventos como del de Mariúpol o el del ataque a civiles de esta semana en Irpin, cerca de Kiev, en plena huida. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, aseguró que los países de la alianza militar han tomado la «decisión dolorosa» de no cerrar los cielos porque sería algo «todavía más peligroso, destructivo y letal para Ucrania y para todos nosotros».

Desde Washington, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken , mantenía este miércoles la misma idea, a pesar de la presión creciente, también dentro de EE.UU. para que se dé el paso. «Nuestro objetivo es acabar con la guerra, no expandirla» , dijo en alusión a las consecuencias de cerrar los cielos: deberían derribar a los aviones o misiles rusos que lo invadieran, lo que significaría una implicación directa en el conflicto, algo que la Administración Biden busca evitar a toda costa.

Zelenski ha pedido a EE.UU. y a sus aliados que, si no imponen la exclusión aérea, al menos le proporcionen más armamento de este tipo -como cazas y sistemas antiaéreos- para compensar la superioridad del ejército ruso. Esta semana parecía que había un para que Polonia enviara sus cazas de fabricación soviética MiG a una base estadounidense en Alemania, para que después EE.UU. los enviara a Ucrania. El Pentágono ha rechazado esa opción, que considera «insostenible» , porque podría entenderse como un acto de guerra contra Rusia por la utilización de sus bases en Europa. Blinken aseguró que se mantenían las consultas con Polonia para encontrar la manera de proporcionar los cazas a Ucrania a través de otro canal.

El jefe de la diplomacia estadounidense compareció junto a su homóloga británica, Elizabeth Truss, cuyo Gobierno aprobó ese mismo día el envío de sistemas de defensa antiaéreos a Ucrania y que consideró «la mejor forma de afrontar la amenaza aérea que sufren los ucranianos.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación