EE.UU. sanciona a la Contrainteligencia Militar venezolana tras la muerte del capitán Acosta
El Departamento del Tesoro ha incluido en su «lista negra« de sancionados a la Dgcim, lo que implica el bloqueo de sus activos bajo jurisdicción estadounidense
El Gobierno de Estados Unidos ha sancionado este jueves a toda la inteligencia militar de Venezuela, controlada por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) , por la tortura y muerte del capitán de corbeta Rafael Acosta, cuya autopsia fue revelada en exclusiva por ABC la semana pasada. El cuerpo del capitán, que el régimen de Nicolás Maduro ha decidido enterrar si permitir a la familia que lo reconozca, presentaba muestras de haber recibido una brutal paliza, según publicó este diario.
Según ha dicho este jueves el secretario del Tesoro norteamericano, Steve Mnuchin , «las detenciones por motivos políticos y la trágica muerte del capitán Rafael Acosta son injustificados e inaceptables. El Departamento del Tesoro se ha comprometido a poner fin al trato inhumano del régimen de Maduro a los opositores políticos, los civiles inocentes y los miembros de las fuerzas armadas en su campaña por suprimir la disidencia». El secretario, que cumple funciones de ministro de Economía, añade que las sanciones no son permanentes y se levantarán cuando haya cambio democrático en Venezuela.
Todos los activos del Dgcim en territorio estadounidense quedan así congelados y se impide a cualquier persona o entidad norteamericana tratar con ese organismo militar venezolano. La Administración de Donald Trump ha sancionado ya a varios altos funcionarios y generales chavistas, incluidos el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su hijo , además de diversas empresas controladas por la élite que gobierna el país.
El capitán Acosta fue detenido el pasado 21 de junio por agentes del Dgcim junto a otros seis soldados, todos acusados por su supuesta implicación en el pronunciamiento del 30 de abril con el que el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, intentó deponer a Maduro. Una semana antes de morir, el capitán apareció en un juzgado en silla ese ruedas y gravemente deteriorado.
Según el embajador venezolano en EE.UU., el opositor Carlos Vecchio , «este es un paso importante en la presión contra los pilares que sostienen a la dictadura y la búsqueda de justicia para todas las víctimas civiles y militares de la persecución del régimen criminal de Maduro. No habrá impunidad, la justicia prevalecerá».
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