EE.UU. acelera y garantiza la salida de todos sus ciudadanos
Washington no ofrece el mismo compromiso para los afganos, la mayoría todavía sin capacidad de llegar al aeropuerto de Kabul
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La salida de EE.UU. de Afganistán coge ritmo con el paso de los días, pero con grandes diferencias entre la evacuación de los ciudadanos estadounidenses que siguen en el país y la de las decenas de miles de afganos que colaboraron con ellos durante las dos décadas de guerra. Desde el pasado día 14, cuando los talibanes estaban a las puertas de Kabul y era cuestión de horas que la capital afgana cayera en sus manos, EE.UU. ha evacuado a siete mil personas del país. No se saben cuántos de ellos son ciudadanos estadounidenses –se calcula que había entre diez mil y quince mil en el momento de la ofensiva talibán contra Kabul–, cuántos son de terceros países y cuántos son afganos en peligro.
El Departamento de Estado aseguró ayer que durante la noche anterior se había enviado un mensaje a todos los estadounidenses en Afganistán para que acudieran al aeropuerto si querían salir del país. Según su portavoz, Ned Price , ayer había dentro del aeropuerto 6.000 personas –no dijo cuántos eran estadounidenses y cuántos de otros países– que ya habían sido procesados y estaban listos para ser evacuados.
«Esperamos que durante esta noche salgan veinte aviones», dijo sobre los vuelos que les sacarán de Kabul, cuyo aeropuerto está controlado por un contingente de unos cinco mil soldados estadounidenses.
Price defendió sobre la evacuación que «las cosas se están moviendo con bastante eficiencia en este momento», una declaración que contrasta con las imágenes grabadas por reporteros estadounidenses de cadenas como CNN y ABC News y otras compartidas por ciudadanos afganos en redes sociales, en la que se veía que la confusión, el caos y la violencia dominan todavía los alrededores del aeropuerto, la única vía de salida para casi cualquier que quiera escapar de Afganistán.
Cordón de seguridad talibán
Los talibanes tienen establecido un cordón de seguridad alrededor del aeropuerto y diferentes puntos de control en los lugares de acceso, lo que dificulta el acceso a la mayoría de afganos que quiere salir del país.
«Solo ha habido un puñado de informes sobre estadounidenses con problemas para entrar en el aeropuerto», aseguró Price, que dejó claro que EE.UU. no tiene mucha capacidad para controlar lo que ocurre fuera del aeropuerto, donde su Gobierno –también otros países occidentales– tiene su representación diplomática después de haber evacuado su embajada el pasado fin de semana.
Price insistió en que se debe permitir el acceso al aeropuerto a todos los afganos que desea llegar hasta allí «seguiremos trabajando en ello», pero la situación ayer seguía sin grandes cambios y sin que los talibanes garantizaran el ‘salvoconducto’ para todos los afganos que quisieran salir del país. El asesor nacional de seguridad de EE.UU., Jake Sullivan, aseguró hace dos días que los talibanes se comprometerían a ese salvoconducto, algo que está todavía muy lejos de concretarse.
Desde el punto de vista militar, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, reconoció en la víspera que el Ejército de EE.UU. no tiene «capacidad» para abrir el acceso al aeropuerto, ahora controlado por talibanes.
El portavoz del Departamento de Estado aseguró que para el día de hoy se habrá duplicado el número de efectivos consulares para agilizar la tramitación de los evacuados.
El Pentágono ha asegurado que tiene capacidad para evacuar entre cinco y nueve mil personas al día de Kabul y, aunque todavía no se ha llegado a ese nivel, el tráfico de personas se ha acelerado.
Lo que todavía no está claro es si será suficiente como para sacar a todos los estadounidense antes del plaza marcado para la operación de evacuación, el 31 de agosto. En una entrevista en la cadena ABC News, Biden garantizó que las tropas se quedarían más allá de ese plazo si no se ha completado la salida de ciudadanos estadounidenses . Pero no dio las mismas garantías sobre la evacuación de los aliados afganos, cuyo número es muy superior. El presidente de EE.UU. estimó que hay entre 50.000 y 65.000 afganos que cooperaron con EE.UU. –incluidos sus familias– que EE.UU. trata de evacuar (otras estimaciones colocan ese número en 88.000).
Su salida, ante la imposibilidad para la mayoría de llegar al aeropuerto, podría alargarse y EE.UU. no parece de momento dispuesto a ofrecer más compromiso que el de «sacar al máximo número de gente posible».
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