Ecuador y Bolivia tratan de frenar la propaganda rusa
Medidas de censura contra canales de TV financiados por Moscú que operan en español
![Evo Morales habla en la Asociación de la Prensa de Ciudad de México](https://s3.abcstatics.com/media/internacional/2019/12/01/evo-morales-rusia-kEMC--1248x698@abc.jpg)
Cuando la protesta generalizada fomenta la desestabilización de Iberoamérica, los gobiernos de varios de los países afectados por recientes olas de disturbios han intentado poner coto a lo que consideran un problema creciente en la región: la propaganda estatal rusa. Tanto el Gobierno de Ecuador como el interino en Bolivia han intentado cortar o limitar las emisiones del canal público ruso en español RT, algo que ha provocado una protesta formal del Kremlin, que denuncia un «alarmante» incremento de la censura en el continente.
Dos de los grandes medios de agitación propagandística rusa, RT y Sputnik, operan en español y tienen corresponsalías en una buena parte de las capitales latinoamericanas. Habitualmente comparten expertos y tribunas con medios estatales venezolanos, especialmente Telesur. En las recientes protestas en el continente han publicado titulares sesgados o manipulados como por ejemplo «Una dictadura encubierta: Manifestantes condenan la represión policial en Chile que también sufre el equipo de RT» o «Indígenas masacrados en Bolivia, el inicio de una tiranía de corte militar y religiosa».
Los medios estatales del Kremlin se han convertido en un habitual altavoz para el punto de vista de la izquierda populista latinoamericana, dándole incluso un programa propio en RT (antes Russia Today) al expresidente de Ecuador Rafael Correa . Cuando Evo Morales decidió abandonar el poder en Bolivia tras las acusaciones de fraude por parte de la Organización de los Estados Americanos, la directora de esos canales rusos, Margarita Simonián , le invitó a través de Twitter a sumarse al plantel de presentadores de la cadena RT con otro programa propio. Morales vive asilado en México.
A estos esfuerzos se ha sumado un servicio digital de emisiones en vídeo radicado en Berlín, de nombre Redfish , centrado entre otras cosas en cubrir protestas antiglobalistas y antioccidentales en América Latina. Redfish contrata a profesionales tradicionalmente vinculados a los canales estatales rusos y su directora, Elizabeth Cocker, ha trabajado para medios estatales rusos e iraníes.
El primer país latinoamericano en padecer la actual ola de protestas fue Ecuador, en respuesta a una retirada de subsidios estatales a instancias del FMI. En los disturbios murieron al menos siete personas antes de que el presidente Lenín Moreno cediera y renunciara a quitar los subsidios. Desde las ondas de RT, el expresidente Correa, acérrimo crítico de Moreno, alentó la protesta. En redes sociales, Correa, que vive en Bélgica, llamó a la revuelta con el lema «adiós, Lenín».
Cortes y protestas
Paralelamente, RT publicó titulares sesgados sobre la crisis en Ecuador como «El causante directo de esta crisis se llama FMI» o «La nueva directriz de las Fuerzas Armadas de Ecuador: identificar y neutralizar a grupos insurgentes».
Un mes después de las protestas, Moreno retiró de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones de Ecuador, proveedora de televisión pública de ese país, la señal de RT, que emitía en el canal 778. Según la ministra de Interior del Ecuador, María Paula Romo , «un nivel parecido de intensidad y de violencia al que se enfrentó en las calles del país también se enfrentó en la comunicación, con una gran cantidad de información falsa en la que llama la atención que una protesta haya sido transmitida en vivo por el canal público del gobierno ruso».
Ante esta decisión, protestaron tanto los directivos de RT como la portavoz del Kremlin, María Zajarova , además de Correa, el expresidente ecuatoriano y presentador del canal. Según este último, «esto demuestra la doble moral de ese Gobierno, que habla de libertad de expresión y miren cómo censura, en este caso RT, sencillamente, porque me ha dado espacio para tener un programa». Zajarova calificó los cortes de «alarmantes».
La misma decisión tomó después el ejecutivo de transición de Jeanine Áñez en Bolivia. Tras las protestas en las que han muerto 23 personas el operador de televisión e internet boliviano Cotas anunció el cese de emisiones de RT a partir del 2 de diciembre. Áñez juró el cargo después de la huida de Morales y la dimisión de la plana mayor de funcionarios adscritos al Movimiento al Socialismo.
En unas polémicas declaraciones, la nueva ministra boliviana de Comunicación, Roxana Lizárraga , se refirió a «periodistas o pseudo-periodistas que estén haciendo sedición». Antes, Entel, otra empresa de telecomunicaciones boliviana, sacó de su parrilla el canal venezolano Telesur. Dos empresas de cable ecuatorianas, TV Cable y Direct TV, también anunciaron la retirada de Telesur pero al menos una de ellas la restableció después. La directora de Telesur, Patricia Villegas, ha denunciado censura en ambos países.
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