«The Economist» dedica su portada al «Zar Putin» con el «troll» Trump en su bolsillo
El actual presidente ruso, y como haría un típico zar, ha reforzado su poder mediante la represión y el conflicto militar
![Imagen de la portada de la publicación británica](https://s1.abcstatics.com/media/internacional/2017/10/28/ZAR-PUTIN2-kh6H--1240x698@abc.jpg)
Se cumplen 17 años desde que Putin ascendiera al poder por primera vez en Rusia y a base de aglutinar poder, controlar medios de comunicación, justicia y casi todos los aspectos del país casi todos allí ya le consideran un zar del siglo XXI.
El The Economist dedica su portada al que considera el Zar Putin en año clave para el país, en el que se cumple el primer centenario de la revolución rusa. No se olvida de Donald Trump, quien aparece en forma de pequeño troll colgado del bolsillo.
Easter egg season comes early. pic.twitter.com/WsE8mjEgo4
— ian bremmer (@ianbremmer) 26 de octubre de 2017
Un Putin que el año que el año que viene, señala The Economist, comienza lo que constitucionalmente es su último mandato de seis años en el cargo después de una elección que seguramente ganará y que dará paso a la pregunta que todos se hacen ¿qué pasara después?
![Portada «The Economist»](https://s1.abcstatics.com/media/internacional/2017/10/28/zar-putin-economist-kh6H-U211792822077rk-180x220@abc.jpg)
Porque Putin ha ido acumulando poder y entonces tendrá que elegir si confiarle la economía a tecnócratas y políticos de mente liberal o a exoficiales de la KGB. Inevitablemente, dice el medio británico, la política ha dominado la economía y Rusia está pagando el precio. Sin embargo, bien administrada durante la devaluación del rublo, la economía aún depende demasiado de los recursos naturales como el petróleo.
El actual presidente ruso y como haría un típico zar ha reforzado su poder mediante la represión y el conflicto militar. Dentro de Rusia, lo ha hecho, según The Economist, en nombre de la estabilidad, la tradición y la religión ortodoxa, reprimiendo a la oposición política y los social-liberales, incluidas feministas, las ONG y los homosexuales. Fuera de sus fronteras, su anexión de Crimea y las campañas en Siria y Ucrania han sido celebradas por la prensa controlada totalmente por el Gobierno de Putin..
Un Putin que tiene otro problema, y es que para «The Economist», cuanto más fuerte sea Putin hoy, más difícil le resultará administrar su sucesión.
Pero el actual mandatario ruso no es el único autócrata del mundo señala este medio , Erdogan en Turquia, el fallecido Hugo Chavez en Venezuela o Narenda Modi, primer ministro de la India. El último en hacerlo es Xi Jinping en China, a la espera de si Putin sigue en este club de alguna forma.
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