La división en torno al euro impide una gran coalición de izquierdas en Portugal
Las fuerzas izquierdistas podrían desbancar al conservador Passos Coelho del poder, pero no se ponen de acuerdo sobre la permanencia en la moneda única.
Los comunistas y el Bloco de Esquerda exigen salir de la divisa común, algo totalmente descartado por los socialistas
La ecuación parece muy sencilla, pero en absoluto lo es. La coalición de centroderecha Portugal à Frente se ha consolidado como primera fuerza política del país vecino, pero sin mayoría absoluta. Y resulta que sus oponentes sí podrían sumarla, pues una hipotética confluencia entre el Partido Socialista , el Bloco de Esquerda y la CDU de signo comunista lograría 121 diputados (cinco más que los necesarios para copar el protagonismo del arco parlamentario).
Pero esta posibilidad se revela improbable a causa de una franja divisoria que impide cualquier tipo de acuerdo: la permanencia en el euro. A António Costa , líder socialista, ni se le pasa por la cabeza plantear un retorno al escudo, moneda ciertamente añorada por una parte de la población.
En cambio, Catarina Martins (Bloco) y Jerónimo de Sousa (CDU) han hecho de esta reclamación uno de sus caballos de batalla a lo largo de la pasada campaña electoral. Hace meses que las calles de Lisboa albergan grandes carteles con la firma de estas dos formaciones. Puede leerse en ellos: «Portugal fuera del euro». Basta un simple paseo por Cais do Sodré, la plaza de Martim Moniz o la Avenida da Liberdade para comprobarlo.
Y ahí muere su aspiración de encandilar a los socialistas para desalojar a Passos Coelho del poder. Además, Costa bastante tiene con aguantar el tipo antes de que se celebre un congreso extraordinario del PS. Su figura se ha visto muy cuestionada por los resultados electorales del pasado domingo 4 de octubre, así que no resulta extraño que esa misma noche se alzaran voces que reclamaban una consulta interna para proponer un cambio de líder.
Más compromisos
El ex alcalde de Lisboa ya dijo que no pensaba dimitir, pero lo último que le conviene es embarcarse en un viaje a la deriva en torno a la extrema izquierda. El congreso del Partido Socialista aún no tiene fecha. Mientras tanto, su responsabilidad política pasa por garantizar la estabilidad del país, toda vez que los deberes macroeconómicos hechos por la coalición gubernamental requieren una renovación de semejantes compromisos.
Todo apunta a que el presidente de la República, Cavaco Silva, investirá primer ministro a Passos Coelho , pero el siguiente paso es una negociación con el PS para que puedan aprobarse antes de Navidad los Presupuestos Generales. Será el primer eslabón en la cadena de guiños a Costa desde Portugal à Frente, formación sustentada con el apoyo de Paulo Portas y su CDS-PP.