La disidencia cubana responde a Biden: «Sería una traición aflojar la presión contra el régimen»

Fariñas y Ferrer consideran un «gran error» retomar las políticas de Obama con Cuba, como ha prometido el ex vicepresidente si gana la presidencia de EE.UU.

Barack Obama, en la Embajada de EE.UU. en La Habana, con un grupo de disidentes en marzo de 2016 AFP
Susana Gaviña

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Habida cuenta de los nulos beneficios que el deshielo en las relaciones entre EE.UU. y Cuba en 2014 supusieron para el pueblo cubano, el rechazo ante la posibilidad de que se vuelvan a restablecer las políticas de Obama por parte de Biden parece unánime.

«Las declaraciones del ex vicepresidente Joe Biden son palabras que pueden prestarse perfectamente para implementar la traición a la democratización de Cuba». Así de categórico se muestra el disidente Guillermo «Coco» Fariñas en declaraciones ABC. Siempre bajo el foco de la represión del régimen cubano, el opositor, que el pasado mes de febrero fue detenido para impedirle viajar a Bruselas para participar en un acto en el Parlamento Europeo en favor de los derechos en la isla, siempre se mostró contrario a que EE.UU. restableciera lazos con La Habana, convencido de que esta no iba a cumplir sus compromisos.

Fariñas fue uno de los 14 opositores y miembros de la sociedad civil cubana que se reunieron con el presidente Obama durante la visita histórica que este realizó a la isla en marzo de 2016. El disidente aprovecha la conversación con este periódico para mandarle un mensaje a Biden y recordarle aquel encuentro, señalando que quince meses después de anunciarse el restablecimiento de relaciones, «el Gobierno castrista no había dado todos los pasos recíprocos que ellos esperaban y que la represión interna había aumentado, tras la legitimación por los EE.UU. de la Junta Militar Dinástica Neo-Raulista que ejerce el poder dictatorial en la isla».

Es por esto, que el periodista y líder de la plataforma disidente Foro Antitotalitario Unido ( Fantu ), premio Séjarov 2013, considera que «sería un error garrafal y una traición a toda la nación cubana, que reside tanto dentro como fuera de la isla», que EE.UU. «afloje la presión». Y le pide a Biden que «rectifique su postura» respecto a Cuba.

Y concluye con una frase «sabía y muy usada en el barrio marginal donde crecí en Cuba, llamado El Condado, que dice: “A mi, quién me caga, no me limpia”». Con ella quiere dejar claro que «el castrismo cagó la buena voluntad del último Gobierno del Partido Demócrata en el poder». Y, por último, advierte que «no se debe repetir el mismo error, por segunda vez».

Una burla

En la misma línea se expresa José Daniel Ferrer , coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) , que recientemente fue condenado a cuatro años de prisión domiciliaria, tras seis meses en prisión, por un delito sustentando en pruebas presuntamente fabricadas.

Ferrer, que también participó en el encuentro histórico con el presidente demócrata en 2016, se muestra «en total desacuerdo» con retomar la política de Obama, aunque reconoce que al principio tuvo ciertas esperanzas de que esta produjera cambios en la isla. «En la Unpacu fuimos de los pocos que desde la oposición cubana defendimos esa política de acercamiento porque creíamos que había que intentarlo, que probar si el régimen cubano estaba dispuesto a disminuir la represión y permitir unos derechos mínimos a los cubanos con tal de mejorar las relaciones económicas con EE.UU.», señala Ferrer a ABC en conversación telefónica. En aquellos momentos, ese posicionamiento, admite, les pareció «lo correcto».

«Sería un retroceso para los derechos y libertades no solo de los cubanos, también de los venezolanos y de los nicaragüenses», afirma Ferrer

Sin embargo, la respuesta del régimen fue «arremeter con mayor saña contra la oposición pacífica , la prensa independiente y contra los derechos y libertades fundamentales de todos los cubanos». En lugar de mejorar la situación de los cubanos, «se empeñaron en hacerlo peor que nunca y se burlaron abiertamente de la mano que le tendía la Administración Obama».

Cree que sería un «gran error» reanudar ese tipo de política porque «sería un retroceso para los derechos y libertades no solo de los cubanos, también de los venezolanos y de los nicaragüenses, amenazados por líderes políticos autoritarios muy cercanos a la línea del comunismo del siglo XXI, defendido por el régimen de los Castro y el de Maduro», concluye.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación