Los directivos de la administración pública italiana podrán ser despedidos y cobrarán por resultados
Con el decreto aprobado por el Gobierno de Matteo Renzi, se acabaron el puesto fijo y los trienios para los funcionarios
Adiós al puesto fijo para los directivos de la administración pública italiana : A partir de ahora serán seleccionados en concurso público por méritos –títulos y competencias- , tendrán formación continua, valoración del trabajo y recorte del salario para quienes obtengan juicios negativos. El decreto, que tiene previsto aprobar el Consejo de Ministros el próximo 25 de agosto , prevé encargos de duración limitada tras ser asumidos por concurso público. Superado éste, estarán tres años como jefe de departamento a prueba. Después de 36 meses de servicio, tendrán que someterse a un examen y podrán permanecer en el cargo solamente si lo superan. Las poltronas no serán ocupadas siempre por las mismas personas. A los dirigentes se les permitirá guiar el mismo departamento por un máximo de seis años: Cuatro años prorrogables por otros dos. Durante su mandato recibirán votos por comisiones creadas expresamente.
Si los objetivos no se cumplen, las 30.000 personas –entre ministerios, entes públicos, agencias fiscales, regiones y ayuntamientos- que se verán afectadas por el nuevo reglamento, corren el riesgo de perder hasta el 80 por 100 de la retribución por resultados. Si después su encargo no se considera cumplido, el dirigente será momentáneamente «aparcado», a la espera de nuevos encargos, y perderá una parte consistente de su retribución. Si llegara a estar dos años «aparcado», sin un nuevo papel que desempeñar, será despedido, a diferencia de lo que ocurría hasta ahora. Los dirigentes públicos podrán ser cambiados de una administración a otra.
Con este decreto, el Gobierno de Matteo Renzi completa la reforma sobre los funcionarios y dirigentes públicos. Hace un par de semanas, mediante otro decreto, el Ejecutivo decidió acabar con el puesto fijo y el pago por antigüedad para los funcionarios italianos: dos pilares fundamentales de los empleados del Estado. Cada año todas las administraciones deben comunicar al ministerio los «excedentes de personal» con respecto a las «exigencias de funciones o la situación financiera». Con otras palabras: Se deben señalar los funcionarios que no sirven o que, por la situación financiera, no conviene tener en nómina. Los «excedentes» pueden ser trasladados obligatoriamente a otra oficina, en un radio de 50 kilómetros. Si en dos años, no lograr encontrar otro puesto de trabajo, incluso aceptando un cargo más bajo con reducción del salario, su «relación con la administración queda definitivamente cancelada» y serán despedidos.
Fin de la antigüedad
En cuanto a la retribución por antigüedad, ya sean trienios o quinquenios, se elimina para siempre. Todos los años los funcionarios serán valorados por sus dirigentes según el trabajo realizado. Sobre esta base se les asignará un aumento de acuerdo con la disponibilidad financiera del departamento y solo al 20 por 100 de los funcionarios de cada administración.
Además, se impone de forma obligatoria la visita de un inspector a la casa del funcionario que se ausenta un viernes o un día prefestivo. Se pondrá así punto final al engaño de «enfermar» los viernes para alargar los fines de semana o los puentes, argucia que realizaba un alto porcentaje. Finalmente, se actuará con rapidez en los procedimientos disciplinarios: Por ejemplo, se despedirá en 30 días a los funcionarios pillados in fraganti y se castigará igualmente a los jefes que miran a otra parte y hacen la vista gorda cuando un subordinado ficha y después se marcha fuera del lugar del trabajo.
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