Dimite el presidente de la Universidad en Misuri en plena tensión racial

El equipo de fútbol americano se negaba a jugar hasta que renunciara, por su «inacción» contra el racismo en el campus

MANUEL ERICE

“Asumo mi responsabilidad por esta frustración y por las críticas a mi inacción”. Con estas palabras, entre sollozos, el presidente de la Universidad de Misuri , Tim Wolfe , anunciaba su dimisión, en un intento de poner fin a la tensión y las protestas raciales que habían protagonizado los primeros meses del nuevo curso. La decisión de los integrantes de su equipo de fútbol americano de no volver a competir hasta que renunciara al cargo, al menos los próximos tres encuentros, habían puesto al máximo responsable universitario contra las cuerdas. Además del incremento de las disputas dentro de la comunidad universitaria, la renuncia del equipo de fútbol a esos compromisos habría supuesto un coste de un millón de dólares.

Durante los últimos meses, grupos de estudiantes afroamericanos habían ido elevando el tono de las protestas acusando al presidente de la institución de “no hacer nada para combatir el racismo en la universidad”, hasta que el pasado octubre llegaron a detener el coche en el que viajaba para que hablara con ellos. El desafío obligó a la intervención de la Policía.

Las protestas en el campus, que alberga en la actualidad a más de 35.000 alumnos, comenzaron en septiembre, después de que el presidente de los estudiantes, negro, denunciara que había recibido insultos raciales. Poco más tarde, una acusación similar de la organización de estudiantes negros hacia compañeros blancos fue otra muestra de que la tensión iba en aumento.

Las últimas semanas, la organización Estudiantes Implicados 1950, que hace alusión al año en que la universidad aceptó a su primer estudiante negro, había liderado diferentes actos de protesta, siempre apuntando al presidente de la institución como responsable. En medio de la creciente tensión, un grupo de 150 alumnos había llevado a cabo una vigilia pacífica la pasada noche en la plaza de la universidad, con rezos y lectura de diferentes pasajes de la Biblia.

El presidente dimitido, que llevaba en el cargo desde 2011, insistió ayer en la universidad “no puede seguir siendo un lugar de continuos enfrentamientos”.

La Universidad de Misuri, situada en la ciudad de Columbia, se encuentra a apenas 200 kilómetros de Ferguson, el barrio de San Luis en el que estalló la violencia hace algunos meses después de la muerte a tiros del joven afroamericano Michael Brown , a manos de un oficial de policía blanco.

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