El ataque contra el Borussia Dortmund buscaba beneficios en bolsa

El detenido es un ciudadano germanoruso de 28 años llamado Sergej W.

El agente bursátil del supuesto criminal ya había informado a la Policía

ROSALÍA SÁNCHEZ

A principios de esta semana la investigación continuaba todavía sin un rumbo claro y la policía alemana seguía sin descartar ninguna hipótesis sobre la autoría del atentado contra el plantel del club Borussia Dortmund , desde la posibilidad de un atentado islamista hasta extremistas de izquierdas o de derechas, pasando por ultras violentos o mafias de apuestas ilegales. Se investigaba incluso si los explosivos empleados podían proceder de algún almacén del Ejército alemán. Pero la reconstrucción de los hechos a cabo por la Fiscalía ha permitido aclarar la secuencia de acontecimientos y esta madrugada ha sido detenido, como sospechoso de la autoría, un hombre de 28 años , de origen ruso alemán, que ha sido arrestado en el sur de Alemania, concretamente en las inmediaciones de Tubinga.

De acuerdo a la información oficial suministrada por la Fiscalía e un comunicado, el ataque no tiene connotaciones políticas sino que está relacionado con especulaciones bursátiles . El acusado, idetificado como Sergej W., adquirió el mismo día del atentado, el 11 de abril, 15.000 opciones de compra de acciones del Dortmund, el único club de la Bundesliga alemana que cotiza en bolsa. Los valores tenían vigencia hasta el 17 de junio y el comprador especulaba aparentemente con una caída de la cotización de los valores como consecuencia de posibles jugadores heridos o muertos en el ataque que había preparado. En el ataque resultó herido el jugador español Marc Bartra.

La compra de acciones fue realizada a través de internet y desde el mismo hotel en el que estaba concentrado el equipo, en el que se había alojado desde dos días antes del atentado. La minuciosa reconstrucción de los hechos ha detallado la ubicación de los huéspedes del hotel , a los que previamente la policía había tomado declaración, y a partir de ahí surgieron las primeras faltas de coincidencia. La Fiscalia ha adelantado que dará más detalles sobre las investigaciones en una rueda de prensa a lo largo del día de hoy.

El ataque se produjo el martes de la semana pasada poco antes del partido que el Dortmund debía jugar contra el Mónaco , de la liga francesa, en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones europea. Tres explosivos detonaron al paso del autobús cuando el equipo se dirigía del hotel en el que se había concentrado al estadio. El defensor Bartra sufrió heridas cortantes en un brazo y la fractura del radio de la mano derecha. También sufrió lesiones un policía que participaba en el operativo de seguridad . El encuentro fue suspendido y se jugó un día después, con derrota del Dortmund por 3-2.

El operativo policial de las fuerzas especiales GSG 9 que ha llevado a cabo la detención esta madrugada, en Rottenburg am Neckar , en Baden-Würtenberg, más de cien agentes contando el apoyo de la policía local, se ha desplegado en los alrededores del domicilio del sospechoso a las seis de la mañana , poco antes de que Sergej W. iniciase, como hace a diario, el camino hacia su lugar de trabajo en Tübingen. La detención se ha producido apenas quince minutos después. Después se ha procedido a un exhaustivo registro de la vivienda en presencia de la fiscal encargada del caso. El ministro de Interior de Renania Norte Westfalia, Ralf Jäger, ha felicitado a la policía por la detención a través de Twitter, diciendo que se trata de «una buena noticia para el fútbol».

El detenido será acusado de intento de asesinato, un delito de lesiones y de manipulación ilegal de explosivos . Los detalles de la reconstrucción de los hechos muestran una asombrosa sangre fría por su parte. Inmediatamente después de la explosión y mientras la policía rastreaba a toda prisa el hotel y tomaba declaración a todos los testigos, él autor del ataque se dirigió tranquilamente al restaurante y pidió un plato de carne a la brasa. Según publica la prensa local, en el momento de ingresar en el hotel había mostrado algunos curiosos deseos. Había rechazado, por ejemplo, la primera habitación que le fue asignada, alegando que no tenía ventanas a la calle. Efectivamente, desde esa habitación no podía verse el lugar en el que más tarde tendría lugar el ataque ni disparar los explosivos escondidos tras un arbusto con un mando a distancia, pero en ese momento nadie podía sospechar tales intenciones.

En la recreación de los hechos que ha permitido situarlo en posición de disparo y a partir de ahí tirar del hilo, participaron el pasado martes agentes de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) y de las fuerzas de seguridad de Renania del Norte-Westfalia. Un amplio radio alrededor del lugar donde ocurrió el atentado fue acordonado para reproducir lo más fielmente posible el ataque de aquel día, cuando tres artefactos estallaron al paso del autobús del Dortmund, y la posterior recogida de pistas sobre el terreno.

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