El día después del Brexit
Casi nadie cree que este referéndum vaya a a cerrar la cuestión
Los partidarios del Brexit no parecen apocarse. Creen que han sido sometidos a una campaña muy sucia por el asesinato de Jo Cox , pero están seguros de que la razón está de su parte. La economía ha sido el tema estrella del Remain . Pero para un ex canciller del Exchequer como Norman Lamont , euroescéptico de larga data, “no se trata de que estemos mejor fuera. Yo me opongo a la UE por razones políticas, no económicas. Pero como el Reino Unido no está en el euro, si estamos en la UE lo estamos al margen de uno de sus principales objetivos”. Para Lamont es cierto que numerosas organizaciones económicas respetables han advertido de los riesgos, pero “yo conozco a esta gente y son todos los mismos que pasan de un organismo a otro: la OCDE, el FMI... También algunos economistas respetables dicen lo contrario”.
Cuestión fundamental es si el referéndum va a cumplir el objetivo inicialmente marcado por David Cameron de cerrar para siempre este debate en un sentido u otro. Casi nadie lo cree. Charles Moore, ganador del Premio Luca de Tena 2010 y el biógrafo autorizado de Margaret Thatcher que está enfrascado en su tercer y último volumen sobre la Dama de Hierro, está seguro de que esta cuestión no termina aquí. “Si gana el Leave , habrá que negociar durante dos años cómo se ejecuta esto. El acuerdo al que se llegue puede no ser definitivo. Pero si gana el Remain , tampoco sería definitivo porque sus defensores casi no han hablado de la UE”.
Así que lo que va a suceder el viernes 24 por la mañana es difícil de predecir. Pero cabe hacer una especulación sobre lo que pasará si se imponen el Brexit.
1) Habrá un puñado de 30 a 50 diputados conservadores que pedirán la inmediata dimisión de Cameron, algo que no demandan los dirigentes del Leave. Enfrente, Downing Street presentará a cien diputados que respaldan a Cameron. Todos a la greña.
2) Si la Victoria del Leave es modesta , Cameron se ratificará en su intención de seguir siendo primer ministro y nombrará a alguno de los cabecillas del Leave como negociador jefe con Bruselas para fijar los términos de la salida de la UE, probablemente a Michael Gove.
3) Si la victoria del Brexit es apabullante , más de cuatro puntos, Cameron podría dimitir de inmediato o empezar por hacerlo sólo de la jefatura del Partido Conservador. En el Reino Unido el jefe del Gobierno es jefe de su partido. Así que renunciar sólo a la jefatura del partido sólo sería viable como transición a un nuevo líder. Demorar la elección es una opción extraña porque el primer ministro se escoge entre los miembros del Comunes y ese colegio electoral ya está formado.
4) Se abrirá la crisis en otros frentes . Habrá una guerra civil dentro del laborismo, partido en el que hay muchos europeístas que denuncian la inacción de su jefe, Jeremy Corbyn, en la campaña.
5) El Banco de Inglaterra tendrá que cumplir su propósito de inyectar dinero en el sistema para garantizar la liquidez.
Pero si se llega a producir esa victoria del Brexit, que aunque no es probable está muy lejos de ser imposible, puede dar pie a un hecho inimaginable en una democracia: que el primer ministro siga . Y con ello los británicos habrán logrado otra singularidad sin igual que añadir a su sistema de medidas imperiales y a conducir por la izquierda: en una democracia no hay que dimitir por perder.