Los desaparecidos de Kim Jong-il
Los familiares de los japoneses raptados #por espías norcoreanos piden ayuda a Trump
En un encuentro de fuertes emociones, el presidente Trump se reunió ayer con familiares de japoneses secuestrados en los años 70 y 80 por Corea del Norte para que enseñaran la lengua y las costumbres niponas a sus espías. Entre los asistentes figuraba Hitomi Soga, antigua enfermera que tiene ya 58 años y estuvo retenida entre 1978 y 2002 por Pyongyang. Allí se casó con el soldado estadounidense Charles Jenkins, quien, junto a otros tres militares, desertó en los 60 al lado comunista mientras patrullaba por la frontera entre las dos Coreas. A esta cita con Trump también acudieron los padres de Megumi Yokota, que desapareció cuando tenía 13 años y, según Pyongyang, ha fallecido ya. Pero ni su familia ni el Gobierno nipón se lo creen.
Tras negarlo durante años, el caudillo norcoreano Kim Jong-il, padre del actual dictador, reconoció el secuestro de trece japoneses en la histórica cumbre que celebró en septiembre de 2002 con el primer ministro nipón, Junichiro Koizumi . Según contó, ocho de ellos habían muerto ya, casi siempre en extrañas circunstancias, y solo quedaban con vida cinco, que regresaron a Japón en octubre de ese año después de más de dos décadas secuestrados. Dos años más tarde, salían de Corea del Norte los hijos de los liberados y el marido de Hitomi Soga.
A pesar de estos gestos de buena voluntad, las dudas surgieron cuando Pyongyang entregó los restos de Megumi Yokota , desaparecida en 1977 cuando era solo una adolescente. Horrorizados, sus familiares descubrieron gracias a las pruebas de ADN que sus huesos pertenecían a otras dos personas, pero no a ella.
Sin aportar pruebas ni cadáveres, el régimen norcoreano se ha limitado a dar excusas peregrinas para explicar la muerte de los secuestrados. Mientras Megumi Yokota se habría suicidado al sufrir una depresión, Tadaaki Hara, raptado en junio de 1980, habría fallecido de cirrosis hepática en 1986 y su esposa, Yaeko Taguchi, se habría matado en un accidente de tráfico después. Por su parte, la pareja formada por Shuichi Ichikawa y Rumiko Masumoto habría muerto de un ataque al corazón, mientras que Toru Ishioka y Kaoru Matsuki, dos hombres que desaparecieron en Madrid durante un viaje a Europa en 1980, habrían perecido asfixiados por una fuga de gas.
Oficialmente, el Gobierno japonés ha identificado a 17 secuestrados, de los que aún sigue buscando a ocho y a sus descendientes . Pero, según la Asociación de Familiares de Víctimas Secuestradas por Corea del Norte, podría haber más de cien. Junto a ellos, se sospecha que Pyongyang ha raptado a miles de surcoreanos desde el final de la guerra entre el Norte y el Sur (1950-53), así como a personas de otros países. Al igual que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, Trump prometió a los familiares de los secuestrados luchar para traerlos de vuelta, si es que siguen vivos.
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