Once detenidos y hallada una bomba en las pesquisas por el atentado en San Petersburgo
La bomba ha sido encontrada por agentes de las fuerzas de seguridad cuando estaban realizando una redada en un edificio de apartamentos
En el marco de la operación abierta en San Petersburgo para desarticular la red terrorista a la que supuestamente pertenecía Akbarzhón Dzhalílov , el suicida de 22 años que perpetró el lunes la matanza en el metro de la antigua capital imperial, la Policía llevó hoy a cabo una redada.
Esta acción policial se desarrolló en un barrio del este de San Petersburgo y acabó con tres nuevas detenciones y el hallazgo de un artefacto explosivo idéntico al que Dzhalílov dejó el lunes en la estación de Plóshad Vosstania. Igual que aquel no llegó a explotar, tampoco lo hizo el encontrado esta mañana, que fue igualmente desactivado.
Según fuentes de los servicios secretos y declaraciones de testigos presenciales, los agentes llegaron al número 22 de la calle Továrisheskaya hacia las cinco de la mañana e irrumpieron en uno de los apartamentos del piso octavo. Inmovilizaron y detuvieron a las personas que allí se encontraban , al parecer, tres centroasiáticos de unos 30 años de edad. Durante el registro efectuado a continuación hallaron una bomba que, según la Policía, es de fabricación casera e igual a la que Dzhalílov colocó el lunes en Plóshad Vosstania. Toda la vivienda fue después evacuada hasta que artificieros especializados comprobaron que no había más explosivos en su interior.
La portavoz del Comité de Instrucción, Svetlana Petrenko, declaró después que «se han identificado a varios ciudadanos de repúblicas centroasiáticas que tuvieron contactos con Dzhalílov. Al registrar el apartamento en el que vivían fueron encontrados objetos relevantes para la investigación», aunque no dijo nada de la bomba desactivada ni de las detenciones.
La información sobre la detención de los tres «cómplices» del terrorista y sobre el artefacto desactivado la facilitó la Policía. A Dzhalílov se le considera oficialmente el autor del atentado en el metro de San Petersburgo que mató a 14 personas e hirió a más de 40. Él mismo está incluido en ese balance de muertos.
Ayer miércoles fueron arrestadas 8 personas en San Petersburgo, presuntamente implicadas en actividades terroristas y en el reclutamiento de combatientes para el Daesh y el Frente al Nusra, con lo que son ya 11 los detenidos.
En medio de la psicosis general por el atentado, hoy en San Petersburgo se han producido dos incidentes que han elevado el nivel de tensión y nerviosismo. No lejos de donde la Policía detenía a los supuestos terroristas y desactivaba la bomba, en la avenida Solidarnost, se producía una explosión en un piso alto de un torre de apartamentos. Después se dijo que no fue una bomba sino un panel de la fachada, que cedió debido a unos trabajos en el interior del edificio. Los vecinos no se creyeron mucho la explicación, aunque lo cierto es que no causó víctimas. Pero sí daños materiales.
El otro incidente tuvo lugar en el metro cuando una persona trató de introducir a través de los arcos detectores de metales una granada de colección RG-42 de la II Guerra Mundial desprovista de explosivo. Hasta que se aclaró que el artilugio no suponía ninguna amenaza hubo el lógico revuelo.
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