El Departamento de Justicia de EE.UU. investigará la respuesta policial al tiroteo de Uvalde

El presidente Biden visita el pueblo de Texas donde 19 personas murieron esta semana por los disparos de Salvador Ramos

La Policía admite que «cometió un error» al no entrar antes en la clase del tiroteo de Uvalde

Uvalde llora sus muertos y lamenta: ¿podría haber hecho más la Policía?

El presidente de EE.UU., Joe Biden, y la primera dama consuelan a la directora de la escuela de Uvalde AFP / Vídeo: Atlas

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha visitado Uvalde, en Texas, el escenario de la última matanza con armas de fuego en EE.UU. El presidente de EE.UU. llegó este domingo al mediodía a la pequeña localidad, poco más de 15.000 habitantes , donde un joven de 18 años mató a 19 niños y a sus dos profesoras en una escuela de primaria.

Biden iba acompañado de la primera dama, Jill Biden, y su primera parada fue en el escenario de la tragedia. Depositaron un ramo de rosas blancas en el memorial improvisado que los familiares y vecinos han instalado en la entrada del centro educativo. Allí hay 21 cruces blancas, con los nombres y las fotografías de las víctimas, cubiertos con mensajes, recuerdos y flores.

El presidente de EE.UU. se pararon allí, entrelazaron los brazos, pasaron por las fotos de las víctimas, las tocaron con las manos. Biden se secó una lágrima de la mejilla y desde el otro lado de la acera, donde se congregaron vecinos, se escucharon gritos: «Necesitamos ayuda», «necesitamos cambio».

Ni el presidente ni su mujer se acercaron a ellos. Se metieron en ‘La bestia’ -el coco blindado en el que se mueve el mandatario- y se alejaron hacia su siguiente destino , la Iglesia del Sagrado Corazón, el único templo católico de Uvalde.

Biden y su esposa, durante la visita al memorial de las víctimas de Uvalde Reuters

Críticas a los agnetes

Los gritos, sin embargo, eran el testimonio de la desesperación y de la indignación del pueblo tras la matanza. Muchos no pueden entender cómo alguien como Salvador Ramos, un joven de 18 años que había dado muestras de problemas de salud mental y actitudes violentas, puede comprar armas de estilo militar sin problema. Y la respuesta policial a su ataque es cada vez más cuestionada : la policía no confrontó de inmediato a Ramos en su llegada a la escuela y el atacante pasó cerca de una hora parapetado en la clase donde ejecutó su carnicería sin que los agentes de policías intervinieran.

Quizá en un intento de responder a ello, el Departamento de Justicia anunció, en medio de la visita de Biden a Uvalde, que llevaría a cabo una investigación de la respuesta policial a la matanza.

«El objetivo de la investigación es proporcionar un relato independiente sobre las acciones y respuestas de las fuerzas de seguridad aquel día y para identificar lecciones y mejores prácticas para los servicios de emergencias y para responder ante ataques con armas de fuego», dijo su portavoz, Anthony Coley.

Es la segunda vez en dos semanas que Biden viaja para consolar a víctimas de matanzas con armas de fuego . El pasado 13 de mayo acudió a Búfalo, la segunda mayor ciudad del estado de Nueva York , donde un joven mató a diez personas, la mayoría de ellas negras, en un crimen con motivación racista.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación