La OEA denuncia la naturaleza «política» del magnicidio en Haití
El Consejo Permanente celebró ayer una reunión de urgencia para consensuar una respuesta al homicidio del presidente haitiano Jovenel Moïse
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro , condenó este miércoles lo que considera «un asesinato político» en Haití. «Llamamos a poner fin a una política irresponsable que amenaza con hacer fracasar los avances democráticos y el futuro del país», dijo Almagro, justo antes de presidir una reunión de urgencia del Consejo Permanente de ese organismo para consensuar una respuesta al homicidio del presidente haitiano Jovenel Moïse en su residencia.
Para Almagro este asesinato es «una tentativa de socavar la estabilidad institucional del país». En febrero, Almagro apoyó expresamente a Moïse en una ola de protestas callejeras en contra de su gestión. Según la oposición, el mandato de Moïse había acabado en febrero, pero él insistía en que en realidad podía ostentar el cargo hasta el año que viene.
Declaración de la Secretaría General de la @OEA_oficial sobre el asesinato del Presidente de #Haiti https://t.co/vagjFAOTgm pic.twitter.com/LSHqrD0GFI
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) July 7, 2021
La OEA aceptó esto último, con la condición de que hubiera elecciones libres y transparentes y se mejorara el respeto a los derechos humanos. Almagro también ha recomendado la adopción de una nueva Constitución, un proyecto que fue impulsado por Moïse, para que «se lleven a cabo cambios estructurales democráticos en Haití».
Condolencias de Biden
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su conmoción por el asesinato de Moïse y dijo que necesita más información antes de anunciar una respuesta formal. «Estamos conmocionados y entristecidos por el horrible asesinato del presidente Jovenel Moïse y el ataque a la primera dama Martine Moïse en Haití», dijo Biden en un comunicado . «Estados Unidos ofrece sus condolencias al pueblo de Haití, y estamos listos para ayudar mientras continuamos trabajando por un Haití seguro y protegido» , dijo.
En 1994 EE.UU. encabezó una invasión en Haití para hacer caer al régimen militar instalado por un golpe de Estado en 1991 que había derrocado al entonces presidente Jean-Bertrand Aristide . La invasión reinstaló a Aristide. En 2004, Aristide cayó en otro golpe de estado, y en esta ocasión el presidente George W. Bush envió tropas en una misión que calificó como de «estabilización del país». Aristide denunció después desde el exilio que fue Washington quien orquestó y ejecutó su caída, algo que la Casa Blanca negó.
En mayo, Biden ofreció un método de quedarse legalmente en EE.UU. a unos 150.000 haitianos sobre los que pendía la amenaza de ser deportados, tras haber abandonado su país principalmente por el terremoto de 2010, pero también por otras catástrofes y crisis.
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