La Cuba de los Castro: objeto de deseo sin dar apenas nada a cambio

En las últimas fechas, ha habido numerosos acercamientos de Occidente, sin que haya una gran respuesta por parte del régimen

CARMEN MUÑOZ

En los últimos quince meses, desde que Barack Obama y Raúl Castro sorprendieron con su anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas , Cuba ha sido objeto de deseo de mandatarios y delegaciones de todo el mundo, que no han dejado de viajar a la isla. Los cubanos recibieron al Papa el pasado septiembre y hay una enorme expectación con la llegada de Obama el próximo día 20. Desde el 17 de diciembre de 2014 al país caribeño han llegado empresarios dispuestos a otear las posibilidades de negocio, las aerolíneas estadounidenses buscan enlaces directos tras el levantamiento de restricciones por parte de Washington ... hasta los Rolling Stones actuarán gratis en La Habana el próximo 25 de marzo. Pero mientras el régimen de los hermanos Castro se deja querer ¿qué ha cambiado en un país gobernado con mano de hierro por la misma familia desde el 1 de enero de 1959? Poco o nada, según diversos analistas, que consideran que tanto la Unión Europea como Estados Unidos han acabado por normalizar las relaciones con La Habana por puro pragmatismo político. La situación de la economía y los derechos humanos es «igual o incluso peor» en los últimos tiempos .

Represión

Apenas dos semanas antes de la llegada del primer presidente de EE.UU. desde 1928, la polícía política detuvo durante unas horas a dos destacados disidentes: Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, y José Daniel Ferrer, coordinador de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu). En los dos primeros meses de 2016, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn) registró al menos 2.555 detenciones por motivos políticos . Cuba ocupa el primer lugar del continente en número de arrestos temporales –por encima de la convulsa Venezuela– y tiene alrededor de 80 presos políticos, según la Comisión Cubana. Más de medio siglo después de la llegada de Fidel Castro al poder, los cubanos siguen sin los más elementales derechos y libertades.

Reformas limitadas

El viaje de Obama acapara las conversaciones y poco se habla estos días en la isla del VII congreso del partido único, previsto para el 16 de abril. Quizá hay pocas expectativas de apertura política. «Los Castro lo tienen todo atado y bien atado, tienen el poder real y no hay fuerza política ni exterior ni interior que les obligue a hacer cambios reales», señala el líder de la Ccdhrn y ex prisionero de conciencia Elizardo Sánchez. Las reformas económicas que lanzó Raúl Castro al suceder a su hermano en 2006 son tachadas de «limitadas, tardías y de poco calado». Ningún cubano puede crear una pequeña o mediana empresa ; los llamados «cuentapropistas» solo pueden dedicarse a unos cuantos oficios o a la restauración. Mientras tanto, las Fuerzas Armadas controlan el 70 por ciento de la economía del país. El general Castro no ha resuelto problemas como la pobreza, salarios de 20 euros mensuales de media, la dualidad monetaria, servicios básicos deficientes... Pero al menos Cuba ahora no está aislada.

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