Cuba advierte a Colombia de un posible atentado terrorista
La Habana avisó a Bogotá de que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) preparaba un ataque, una muestra de solidaridad sin precedentes
En un hecho sin precedentes, al menos públicamente, ayer el gobierno de Cuba le hizo saber al de Colombia y a las Naciones Unidas que el Ejército de Liberación Nacional (ELN), guerrilla izquierdista de línea castrista , estaba planeando un atentado terrorista para las próximas semanas , en teoría en la capital del país, Bogotá. La información se conoce recién conmemorado el segundo año tras el vil atentado de dicha organización contra la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova.
«Nuestra embajada en Colombia recibió una información, cuya verosimilitud no podemos evaluar, acerca de un supuesto ataque militar por parte del Frente Oriental de Guerra del ELN para los próximos días en Bogotá», dijo el embajador cubano, José Luis Ponce , en el memorando fechado el 6 de febrero pasado, entregado al Ministerio de Relaciones Exteriores, al jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia y a dos jerarcas eclesiásticos. En ese documento, además, señaló que le comunicó lo mismo a los jefes de esa guerrilla que están en la isla, quienes afirmaron desconocer cualquier dato de la planeación del atentado.
El ministro de Defensa, Diego Molano, se pronunció en la noche del lunes sobre la información de inteligencia entregada por Ponce, según la cual el frente liderado por Carlos Emilio Marín, alias «Pablito», el mismo que cometió el atentado contra la Escuela de Cadetes en enero de 2019, estaría fraguando una acción terrorista . «El Gobierno reitera que hay una decisión firme de desmantelar este grupo como el único mecanismo para prevenir que cometa actos terroristas en diferentes regiones del país», señaló el ministro, quien estuvo acompañado por el Alto Consejero de Paz, Miguel Ceballos, dando un mensaje inicial de que este no será un mecanismo para negociar con la cúpula el ELN. Actualmente dos de sus jefes viven en Cuba y están pedidos en extradición por el gobierno de Iván Duque, y los tres restantes campean por Venezuela.
Todo resulta desconcertante, pero nadie desconoce la importancia de la advertencia que Cuba da. A pesar de tener a once miembros del ELN alojados en la isla, semejante información la dio o con el conocimiento y aval de varios de ellos o marcando un distanciamiento del ELN, para acercarse a otros intereses, además del importante gesto con el gobierno de Iván Duque.
Acciones sanguinarias
Desde hace ya tiempo se sabe que alias «Pablito», miembro de la cúpula de esa guerrilla, tiene grandes diferencias con sus pares en la dirección del ELN, en especial por sus acciones sanguinarias y la determinación de combinar todas las formas de lucha, incluido el control del narcotráfico en las zonas donde opera, con lo cual los líderes históricos dicen estar en desacuerdo, además de que contraviene los lineamientos de esa guerrilla revolucionaria marxista-leninista, que la considera una actividad «antiética y antirrevolucionaria».
El fin de semana pasado dos medios colombianos, el diario «El Tiempo» y la revista «Semana» dedicaron páginas para contar las fracturas al interior de esa guerrilla, hoy la más antigua del país. Al parecer, la ausencia de la comandancia por estar en Venezuela o en La Habana, sumada a las divisiones producto del negocio del narcotráfico, son detonantes que prometen fraccionar más a la organización , a pesar de su fortalecimiento desde el Acuerdo de Paz firmado con la exguerrilla de las Farc. Eso puede llevarla paulatinamente a una mayor criminalización y menor capacidad de aglutinar a sus frentes, que históricamente han funcionado de manera bastante independiente, aunque regidos por el llamado Comando Central.
Si bien esta noticia sorprendió, a nadie debe asombrar que Cuba juegue a tres bandas. Sin comprometerse con la veracidad de la información recogida , pero entregada de buena fe a Colombia -¿actividades de inteligencia del régimen de La Habana en el país?-, Cuba hace un gesto no solo humanitario, sino de cara a la nueva administración Biden, que por estos días evalúa si mantiene las restricciones que el expresidente Trump impuso nuevamente a la isla al denominarla como Estado protector del terrorismo, o si regresa a 2015, en tiempos de Barak Obama y una política más flexible hacia La Habana.
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