CLAVES DE LATINOAMÉRICA

La crisis de Nicaragua bloquea el paso del comercio en Centroamérica

Los empresarios de la región se quejan del pacto que habían hecho sus colegas nicaragüenses para sostener al régimen de Daniel Ortega

Corte del tráfico de mercancías, cerca de Managua, en el mes de junio AFP

EMILI J. BLASCO

Situada en medio de Centroamérica, Nicaragua está paralizando , por la crisis interna que en sus momentos más tensos ha bloqueado los accesos al país y las carreteras que lo atraviesan, buena parte del comercio que transita a lo largo del istmo americano, afectando entre otras rutas las que cargan y descargan mercancías en el Canal de Panamá. La represión sandinista se ha cobrado desde el mes de abril alrededor de 400 muertos.

A comienzos de este verano el tránsito comercial en la región había caído un 80% respecto al año pasado, causando importantes pérdidas a los empresarios de los países vecinos. La Cámara de Industria de Guatemala habla de 75 millones de dólares de pérdidas en exportaciones guatemaltecas desde que a mediados de abril estalló la crisis en Nicaragua. Por su parte, la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado calcula unas pérdidas diarias por exportaciones por valor de 4,5 millones de dólares en las semanas de mayor conflicto. Los empresarios costarricenses calculan que la crisis ha afectado a 640.000 empleos en toda Centroamérica.

Un informe de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (Sieca), divulgado por « La Prensa », indica que en los meses de mayo y junio las operaciones de tránsito que atraviesan Nicaragua y las que tienen ese país como inicio o destino bajaron un 75% en las rutas Norte-Sur y un 79% en las rutas Sur-Norte. El Salvador y Costa Rica han intentado recomponer el tráfico regional, salvando el territorio nicaragüense que les separa, mediante el uso de un ferri.

Complacencia con Ortega

Por su parte, la Asociación Nacional de la Empresa Privada de El Salvador (ANEP) señala la ingenuidad demostrada por los empresarios de Nicaragua al creer que mediante un pacto de no agresión con Daniel Ortega , establecido cuando este regresó al poder en 2007, iban a poder desarrollar mejor sus negocios. «Siempre les dijimos que Ortega solo iba a creer en el libre mercado mientras él y su familia pudieran lucrarse , y que eso no era bueno para la institucionalidad del país ni para un desarrollo económico a largo plazo», afirma Arnoldo Jiménez, miembro de la dirección de la ANEP.

Jiménez recuerda que esta entidad, que ha sido siempre especialmente crítica con el Gobierno del FMLN (la exguerrilla salvadoreña), expresó varias veces su discrepancia con la complacencia mostrada por gremios empresariales nicaragüenses con el Gobierno sandinista del FSLN. Ha sido justamente el cambio de actitud de esa parte complaciente del empresariado de Nicaragua, en consonancia con la movilización popular, la que ha ayudado a poner contra las cuerdas al presidente Ortega.

Graves efectos económicos

La grave situación política está afectando seriamente a la economía nicaragüense: el Gobierno ha tenido que bajar sus previsiones de crecimiento económico y ha debido recortar el presupuesto nacional por falta de ingresos.

El Banco Central de Nicaragua había previsto inicialmente para este año un crecimiento de entre el 4,5% y el 5% del PIB. Este verano ha bajado la previsión a una horquilla entre el 0,5% y el 1,5%, al tiempo que ha establecido que las pérdidas económicas han alcanzado los 430 millones de dólares.

Las cifras, sin embargo, aún pueden ser peores de acuerdo con los análisis de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides). Para el supuesto de que la crisis acabara en julio –algo que no ha ocurrido, pues el conflicto continúa–, Funides calculaba para 2018 una contracción económica de 0,03% y unas pérdidas de 637,9 millones de dólares. En el supuesto de que la crisis se prolongue el resto del año, la caída del PIB puede llegar a ser del 5,6% , con unas pérdidas de 1.399,9 millones de dólares. Por otra parte, entre 100.000 y 200.000 personas podrían haber perdido ya el empleo, según diferentes estimaciones.

Debido a la drástica caída de la actividad económica, que supondrá una reducción de ingresos al Estado por vía de impuestos, Ortega ha tenido que proponer una enmienda al presupuesto general de Nicaragua para este año, que será recortado en un 9,2% . Ese recorte afectará especialmente al volumen del gasto público. Además, el Gobierno ha anunciado la emisión adicional de 280 millones de deuda, que se sumarán a los 3.155 millones originalmente previsto.

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