Corrupción y líos de faldas en las entrañas del Elíseo
De Giscard d’Estaing a Hollande, los presidentes de la V República han protagonizado sonadas historias que han acaparado la atención de los franceses
Otros presidentes, antes y después de Nicolas Sarkozy , protagonizaron grandes escándalos, pero fue Jacques Chirac (1932-2019) quien tuvo el incierto honor de ser el primer presidente de la V República condenado por delitos de corrupción y financiación ilegal de su partido al ofrecer cargos públicos a sus amigos políticos.
El escándalo de los diamantes que un tirano africano, Jean-Bedel Bokassa , presidente emperador de la República Centroáfricana, ofreció a Valery Giscard d’Estaing , terminaron por hundir el año y medio último de su presidencia (1974-1981). Se trataba de un caso menor, pero altamente simbólico.
François Mitterrand , jefe del Estado entre 1981 y 1995, tiene el récord absoluto de escándalos de todo tipo: de una hija «oculta» a la financiación ilegal del Partido Socialista (PS), pasando por un rosario de miserias con flecos trágico: suicidio de un primer ministro, amantes muy variadas...Instalado en el Elíseo, Mitterrand cohabitaba con dos familias que nunca se encontraban. Su esposa oficial vivía en la residencia oficial. Su amante y su hija «oculta» vivían en un palacio próximo. Ambas familias se encontraron por vez primera al pie de la tumba donde fue enterrado el expresidente.
Tras doce años en el Elíseo (1985-1996), Chirac terminó siendo juzgado y condenado por numerosos delitos de corrupción, cinco años después de abandonar la función. Los jueces fueron muy benevolentes con Chirac. Quedó probado sus comportamiento corrupto. Pero los jueces le evitaron una humillación final, a los 79 años: fue condenado a dos años de cárcel, pero… con remisión de pena. Se evitó la prisión. Quedó la mancha.
El vodevil de Hollande
Nicolas Sarkozy llegó a ser considerado como «heredero» de Chirac, antes de un «divorcio» político muy traumático. Sarkozy se limitó a dinamitar el partido político fundado por Chirac, para crear un nuevo partido, condenado a la desaparición, así mismo, tras el estallido de nuevos escándalos.
Entre todas las escandaleras de la V República, las de François Hollande quizá sean las más divertidas. Llegó a Elíseo acompañado de su «compañera sentimental» de la época, Valérie Trierweiler , cuando aún no estaba divorciado de la madre de sus hijos, Ségolène Royale . Durante un tiempo, Hollande compartía el lecho con su amante y una mesa en el consejo de ministros con su esposa. El vodevil se «complicó» cuando se descubrió que Hollande visitaba, en bicicleta, a una segunda «novia», Julie Gayet , productora de cine. Trierweiler se tomó muy mal aquella revelación y se marchó del Elíseo, dando un portazo simbólico. Ségolène Royale, por su parte, aceptó sin rechistar a la nueva compañera del padre de sus hijos.
Al día de hoy, Emmanuel Macron llevan en el Elíseo tres largos años, sufriendo una sucesión atroz de crisis nacionales e internacionales. Pero ni él ni su esposa han sido «tocados» por ningún escándalo. Quedan dos años escasos de mandato. Veremos.
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