Coolidge, el primer presidente de EE.UU. que visitó Cuba y rechazó un daiquiri
Barack Obama se ha convertido en el segundo ocupante de la Casa Blanca que viaja a la isla. Jimy Carter lo hizo ya como expresidente en 2011
Es indiscutible que a Barack Obama le gusta protagonizar hitos, realizar actos que no llevaron a cabo sus antecesores en el cargo. Dejando aparte que en 2008 se convirtió en el primer presidente afroamericano de Estados Unidos, hay muchos otros hitos que jalonan sus casi ocho años de mandato. Al deshielo, después de medio siglo, de las relaciones de Estados Unidos con Cuba, la firma del acuerdo nuclear con Irán o el primer discurso realizado por un presidente estadounidense ante la Unión Africana , se suma ahora su visita a la isla caribeña .
En diciembre de 2014, cuando se hizo pública la intención de restablecer puentes diplomáticos con la isla, Obama declaraba que no descartaba visitar Cuba . Unas palabras que en la boca del mandatario parecían una promesa, promesa que cumplió este domingo cuando el Air Force One aterrizó en La Habana.
Si bien es la primera vez que un presidente estadounidense —en funciones— viaja a la isla desde 1928 (en 2011 la visitó Jimmy Carter), no es el primero de la historia que lo hace. Aquí le arrebataron el mérito. Esta hazaña le corresponde al republicano Calvin Coolidge , que no sólo fue el primero, al parecer también ha sido el único, según la Calvin Coolidge Presidential Foundation , como señaló la ABC News , poco después de conocerse la intención de Obama. De ser cierto esto, se podría decir que el actual inquilino de la Casa Blanca se convertirá en el primer presidente demócrata que visita Cuba.
John Calvin Coolidge fue el trigésimo presidente de EE.UU., gobernando el país entre 1923 y 1929. Viajó a Cuba en enero de 1928 para participar en la VI Conferencia Internacional de Estados Americanos, que se celebraba en La Habana el día 16. Coolidge se trasladó con su esposa, en el que fue su único viaje al extranjero durante su mandato, y tuvo un encuentro con el entonces presidente de la isla, Gerardo Machado , que estuvo en el poder entre 1925 y 1933, año en el que tuvo que exiliarse.
En aquel año, Benito Mussolini dirigía Italia; esos mismos días de enero, Stalin mandó detener a León Trotsky , que posteriormente sería deportado a Alma-Atá, en Kazajistán, y un año después sería expulsado de la Unión Soviética; y en España gobernaba el dictador Miguel Primo de Rivera (1923-1930). Meses después tendría lugar el drástico crack del 29.
Ley Seca en La Habana
Coolidge condujo su coche presidencial, sin aire acondicionado, hasta Key West, donde embarcó en el buque de guerra en el que navegaria durante toda la noche hasta alcanzar las costas de Cuba. Según las crónicas de la época, le esperaba «entusiasmada» una multitud que se agolpaba junto al coche que trasladaba al matrimonio y «les lanzaba flores y besos», recordaba sobre ese viaje en un artículo, publicado en 1958, el reportero del «Saturday Post», Beverly Smith Jr.
Entre las anécdotas de aquel viaje, recuerda cómo afrontó Coolidge el ofrecimiento, en una recepción de Machado, de una bebida alcohólica (en aquel momento todavía estaba en vigor la Ley Seca en Estados Unidos, que no fue derogada hasta 1933), sin desairar al anfitrión. «Cuando la bandeja de bebidas -entre la que había daiquiris-, se aproximaba a él, Coolidge comenzó a girarse para admirar un cuadro en la pared. La bandeja se acercó un poco más, y Coolidge se volvió a girar otros 90 grados , señalándole a Machado la belleza de la vegetación tropial. Cuando hubo girado 360 grados, el peligro había pasado. La bandeja había pasado por detrás. Su maniobra fue una clase maestra de cómo evadir una situación», señala Smith.
Las únicas palabras públicas del presidente estadounidense durante aquel viaje pertenecen al discurso que dirigió durante la cumbre de Estados Americanos , ya que al parecer no se celebró ninguna rueda de prensa. «Hace treinta años Cuba era una colonia extranjera desgarrada por la revolución y devastada por los enfrentamientos. Hoy Cuba es su propio soberano. Su gente es independiente, libre y próspera, pacífica y disfruta de las ventajas de autogobierno».
Tras cumplir un primer y exitoso mandato, en el que destacaron sus reformas económicas, Machado cambió la constitución para poder continuar en la presidencia. La medida, muy impopular y que generó muchas criticas en amplios sectores, marcó el inicio de su declive que culminó con su derrocamiento, por parte del Ejército, en 1933.
Por su parte, Coolidge decidió no presentarse a unas nuevas elecciones presidenciales en EEUU y ocupó el cargo hasta 1929. Murió en 1933.
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