Continúa la campaña contra el caricaturista Zunar en Malasia

Zulkiflee Anwar Ulhaque, quien se enfrenta a hasta 43 años de prisión por nueve cargos de sedición, fue arrestado de nuevo durante el fin de semana

Eduardo S. Molano

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Zulkiflee Anwar Ulhaque, conocido caricaturista malasio de 54 años, fue arrestado este fin de semana por «actividades perjudiciales para la democracia parlamentaria».

Esta es la segunda detención de Ulhaque, quien utiliza el nombre artístico de Zunar, en apenas un mes, después de su arresto a finales de noviembre durante un festival literario acusado de sedición. En esta ocasión, Zunar fue interrogado durante seis horas y liberado posteriormente. De igual modo, mil de sus libros fueron requisados.

«En Malasia es muy difícil ser dibujante político crítico» , aseguraba el pasado septiembre a ABC Zunar.

Bajo la ley de sedición de Malasia, que se remonta a la época colonial de 1948 y en la actualidad es utilizada para silenciar a voces críticas, Ulhaque se enfrenta a hasta 43 años de prisión por nueve cargos.

Su causa se iniciaba en febrero de este año tras la publicación en internet de nueve viñetas sobre el escándalo de corrupción que envuelve al primer ministro, Najib Abdul Razak, y el juicio por sodomía contra ex viceprimer ministro de Malasia y ahora opositor, Anwar Ibrahim. Razak se enfrenta a las presuntas acusaciones de haber recibido cerca de 636 millones de euros de 1MDB, un fondo de inversión estatal.

Libros prohibidos

Ya en 2010, cinco de los libros de Zunar -entre los que se incluyen «1Funny Malaysia»- fueron prohibidos por el Ministerio del Interior, al considerarlos «perjudiciales para el orden público». «Políticamente el Gobierno (de Kuala Lumpur) es ahora muy débil», reconocía entonces Zunar a este diario.

«Para caricaturistas como yo, el medio (la viñeta) es muy efectivo (...) El dibujo ofrece una visión y una información alternativa», añadía. Por ello, el dibujante presentó entonces un recurso de inconstitucionalidad a la ley de sedición. Sin embargo, los cargos continúan.

El caso de Zunar no es único en Malasia. En pasado junio, el diseñador gráfico Fahmi Reza, de 38 años, era detenido por caricaturizar al primer ministro Razak como un payaso. Meses atrás, las imágenes de Reza habían comenzado a distribuirse de manera masiva en las redes sociales, así como en carteles y pegatinas. El artista, que se enfrenta a una pena de hasta un año de cárcel, fue acusado en virtud de una sección de la ley de comunicaciones que prohíbe la difusión en internet de contenidos que «molesten, amenacen o acosen» a otros.

«El Gobierno de Malasia es muy intolerante con la disidencia. Han usado esta ley contra la sedición para silenciar a las voces críticas», destacaba recientemente Reza a ABC . «Quieren que la gente tenga miedo de expresarse», añadía.

Al igual que Zunar, el activista ha presentado un recurso contra la legislación vigente. «Esta ley está en contra de mi derecho como ciudadano a expresarme libremente», denunciaba Reza. «En un país lleno de corrupción, todos somos sediciosos», recordaba.

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