El Congreso de Honduras elige a dos presidentes a días de la investidura de Xiomara Castro
El país se adentra en una nueva crisis política que podría marcar el nuevo gobierno de Castro, la candidata de izquierda que tomará posesión el 27 de enero
El Congreso de Honduras tiene dos presidentes, a tres días de la toma de posesión de Xiomara Castro , presidenta electa del partido Libertad y Refundación (Libre). La situación ha provocado una nueva crisis en el país centroamericano que celebró sus elecciones el 28 de noviembre. La inestabilidad se agudizó después de que la junta directiva encabezada por Jorge Cálix fue ratificada en un club social a las afueras de Tegucigalpa, debido a que simpatizantes de Castro se mantienen en protesta a los alrededores del Congreso.
Días antes, 20 diputados del partido Libre se rebelaron contra la alianza elaborada por Castro y el candidato Salvador Nasralla del Partido Salvador de Honduras (PSH), en la que se designó a Redondo como presidente de la junta directiva del Congreso. Con el voto de los 20 diputados rebeldes y el apoyo de 44 votos del Partido Nacional, del expresidente Juan Orlando Hernández, fue electo Jorge Cálix, quien no cuenta con la aprobación de la presidenta ni de su alianza.
Mientras Cálix era ratificado, en Tegucigalpa se escogió a Redondo, lo que ha provocado la existencia de dos congresos paralelos . «Reconozco la presidencia del Congreso encabezada por el diputado Luis Redondo, le invito a mi juramentación junto al pueblo el 27 de enero. Felicito a diputadas (o) que rechazan 12 años de redes de corrupción de “Joh” (Juan Orlando Hernández): camino a saludarles en el CN (Congreso Nacional) ¡Ganamos!», indicó Castro a través de Twitter.
Castro tachó de traición a los disidentes y los expulsó de su partido. La elección de Cálix culminó en una confrontación violenta, con golpes, bolsas de agua e insultos.
«La ausencia de los 20 diputados es el augurio de una traición contrarrevolucionaria al partido y al pueblo hondureño que derrotó la narcodictadura nacionalista el domingo 28 de noviembre y una traición al proyecto político de la refundación de la patria al intentar imponer el plan de la elite corrupta que dirige Juan Orlando Hernández», leyó Castro el pasado 21 de enero.
El actual clima político del país contrasta con el del día de las elecciones, en las que fue electa Castro. Los hondureños depositaron sus esperanzas, tras más de una década de crisis política y un gobierno encabezado por Hernández con escándalos de corrupción y acusaciones de narcotráfico. Honduras ha sido azotado por la violencia y la pobreza, tras las afectaciones que provocaron los huracanes Eta y Iota en 2020. La crisis humanitaria se mezcló con la pandemia de covid-19, agudizando la situación de miles de hondureños que han emprendido rutas peligrosas hacia los Estados Unidos.
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