Cómo llegó la camioneta de un fontanero de Texas a la guerra en Siria
La imagen de una camioneta con el nombre de su negocio de fontanería en manos de combatientes ha causado una polémica injusta en la que se ha visto envuelto
![La fotografía de la camioneta de Mark Oberholtzer en Siria](https://s1.abcstatics.com/media/internacional/2015/12/16/mark-1-plumbing_xoptimizadax--620x349.jpg)
Los rumores y las fotografías corren como la pólvora por las redes sociales, creando apariencias que engañan o enviando mensajes equívocos que pueden confundir a sus usuarios. El caso de Mark Oberholtzer, un texano de 62 años, lo prueba. Como recoge el medio «BBC Mundo», la imagen de una camioneta con el nombre de su negocio de fontanería en la guerra siria , en concreto en manos de combatientes , ha causado una polémica injusta en la que se ha visto envuelto. Para muchos, supuso la confirmación de que el empresario estaba vinculado al conflicto. Una sospecha que provocó que comenzase a recibir amenazas.
«La oficina de Mark-1, el teléfono empresarial de Mark-1 y el teléfono celular personal de Mark habían recibido más de mil llamadas de todo el país», señala la demanda que Oberholtzer ha presentado por daños y perjuicios contra el concesionario causante de la confusión. En octubre de 2013, el empresario intercambió su vehículo por otro nuevo . Las señalas de su empresa —llamada Mark-1 Plumbing— no fueron retiradas. La camioneta terminó en Turquía en diciembre de ese mismo año, destino en el que sus huellas se perdieron. Como señala «BBC Mundo», a partir de ese momento lo más probable es que pasase a Siria y terminase en manos de un grupo rebelde, Frente Ansar al Din. Los combatientes subieron una fotografía a las redes sociales donde el coche aparecía con un curioso equipaje: una batería antiaérea.
«Al principio creí que era algo de Photoshop, una broma de algún amigo», explicó Oberholtzer en declaraciones a la prensa. La esperanza de que todo fuese una burla sin importancia desapareció cuando comenzó a recibir amenazas y se vio forzado a llevar un arma para protegerse de posibles agresiones, como indicó su abogado, Craig Eiland. Eso por no hablar de las pérdidas económicas que padece su negocio por culpa del escándalo. «Este vehículo llegó a nosotros y fue enviado a la subasta. Las marcas debieron ser retiradas en la subasta. Esto no ocurrió. Nos parece desafortunado», han afirmado desde una empresa vinculada al concesionario causante de la confusión.
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