Colombia desbanca a Venezuela en producción de petróleo y le gana terreno en exportación de crudo
De tres millones diarios en 2009, ha caído a 740.000, cien mil menos que el país vecino
Hace diez años, Venezuela producía 3,01 millones de barriles diarios de petróleo, según las cifras entregadas entonces por PDVSA, la inmensa empresa estatal productora de petróleo que por cuenta propia producía 2,5 millones de esos barriles, además de sostener buena parte de las finanzas venezolanas. Ese mismo año, con esfuerzo, Colombia logró producir 671.000 barriles y, en lo que fue un hito, al año siguiente aumentó en casi 17% su producción para lograr 785.000 barriles diarios en promedio.
Que entonces alguien hubiese dicho que algún día Colombia superaría en producción a Venezuela, el país con las reservas comprobadas de petróleo más grandes del mundo, haría sido tildado de loco.
Pues bien, lo más disparatado ha sucedido: entre los meses de marzo y abril pasados Venezuela produjo 740.000 barriles diarios , según cifras de la OPEP, porque el régimen de Maduro no las presenta hace años ya –como en ningún renglón estratégico de la supervivencia del país-, lo que marca el punto más bajo en décadas y en la historia de la producción petrolera de ese país.
Colombia, con una producción de 884.815 barriles promedio diarios en el mismo periodo marzo-abril de este año, desbanca a su vecina, en lo que representa, más allá de un trabajo juicioso de la industria de hidrocarburos colombiana, el fracaso de las políticas petroleras del gobierno de Nicolás Maduro.
Razones y consecuencias
Detrás de esa diferencia de poco menos de 145 mil barriles se esconden gota a gota las razones y consecuencias de esta cruda realidad. Para empezar, el progresivo desmantelamiento de la industria de hidrocarburos que entre 2002 y 2003 inició el gobierno de Hugo Chávez, tras la famosa huelga petrolera que sacó a miles de empleados de la estatal. Le siguió, en 2009, la toma del control de todas las actividades de exploración y producción con empresas extranjeras asociadas, a lo que se fue sumando la salida de personal experto en temas de la industria petrolera, para ser reemplazado con militares o cuadros políticos, dejando este renglón estratégico en manos de personas fieles al régimen, pero ajenas al conocimiento técnico de esta industria.
Así, a mayor politización de la producción y exportación de petróleo , menor atención y mantenimiento de la infraestructura, las refinerías y demás piezas sustanciales en la exploración, producción, transporte y refinación de hidrocarburos que, al ser crudos pesados, exigen un procesamiento más complejo y costoso. En 2016, finalmente y ante la caída en barrena de la producción petrolera, Nicolás Maduro trató de darle un timonazo a la producción, reactivar una industria rezagada en tecnología, a la que han ordeñado más de lo que han reinvertido en ella, más alá de las fluctuaciones del precio del barril.
Producir casi 885 mil barriles diarios no hacen de Colombia una gran potencia en materia de hidrocarburos, pero con el crecimiento sostenido en la producción y reglas de juego más claras y estables sí ha logrado que empresas extranjeras que antes veían en Venezuela el centro de todo su interés, consideren a Colombia dado su potencial en materia de exploración y producción.
Es imposible desconocer que el desmantelamiento de la industria petrolera a manos del chavismo trajo a Colombia a expertos que buscaban nuevos horizontes y al llegar, como esa primera diáspora, aportaron conocimiento técnico en materia de crudos pesados, que hasta hace relativamente pocos años parecían tan menos viables en el país y hoy aportan a una canasta más robusta.
El otro aspecto es que precisamente por la caída en la producción y exportación de crudo venezolano, Colombia ha podido aumentar sus ventas en el exterior, como lo anunció ayer la estatal colombiana Ecopetrol respecto a las ventas a Estados Unidos: las exportaciones de crudo aumentaron en 24,5% y de productos en 25,8% en el primer trimestre de 2019 en comparación con el mismo periodo del año pasado. «Específicamente, las ventas de crudo pasaron de 157.100 barriles de petróleo equivalentes por día (bped) a 195.600 bped, mientras que las ventas de productos subieron de 39.500 bped a 49.700 bped».
La crisis venezolana también ha favorecido el precio de los crudos pesados, generando un incentivo para que Colombia incremente su producción y realice mayores inversiones, sea más agresiva en proyectos de recobro y reactivación de las operaciones.
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