La coalición austriaca de conservadores y verdes se va de retiro

Es de esperar que la implementación de los acuerdos mejore el equilibrio entre los Verdes de Werner Kogler y los turquesas de Sebastian Kurz, además de dejar bastante menor margen de maniobra a la oposición

El conservador Sebastian Kurz y el líder del partido Verde Werner Kogler EFE

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Europa entera está pendiente de los pasos que va dando la recién formada coalición de Gobierno en Viena , entre los populares del ÖVP de Sebastian Kurz y Los Verdes, un experimento sobre cómo los partidos conservadores pueden hacerse con el voto climático y al mismo tiempo poner distancia política de la extrema derecha, que en el caso de Austria es el FPÖ, exsocio de Gobierno de Kurz. El primer mes de coalición azul-turquesa, colores de los particos y que dan pie a la expresión con la que la prensa austriaca se refiere al nuevo gobierno, ha sido un tanto «agobiante» para Los Verdes, según el comentarista político Gerald John. Kurz tiende a preferir a sus socios inclinados y ha hecho valer en estas primeras semanas su experiencia de gestión de poder, que a pesar de sus jóvenes 33 años es mucha más que la de los ecologistas alpinos. Y para evitar que la coalición comience a mostrar grietas desde el principio, ha organizado un retiro, hoy y mañana, que tendrá lugar en Krems y cuyo objetivo es aunar posiciones y determinar objetivos prioritarios comunes, que debían haber quedado claros durante la negociación de la coalición pero que tropiezan con las primeras jornadas de experiencia práctica del pacto.

Krems es una ciudad medieval de Baja Austria, a solo 70 kilómetros de Viena y acariciada por el Danubio. Para Kurz tiene un significado especial. Hace cinco años, fue sede de una reunión entre los entonces miembros de la gran coalición, socialdemócratas del SPÖ y conservadores del ÖVP, en la que tuvieron lugar agrias negociaciones sobre pensiones y reforma escolar sin un acuerdo satisfactorio. El jovencísimo ministro de Exteriores austriaco, cargo que Kurz ocupó tras las elecciones legislativas de 2013, vivió esas negociaciones como la prueba de que la gran coalición de Viena estaba completamente agotada y comenzó a partir de ese momento una revuelta interna para desmontar ese gobierno y hacerse, de paso, con el control completo de su propio partido. Esta vez el retiro amenaza también con ser entretenido.

Debido a varias disonancias entre los nuevos socios. Los Verdes se sienten en un indeseable segundo plano porque el ÖVP a veces finge que el cambio de azul a verde nunca ha tenido lugar, a causa de medidas como la prohibición del velo islámico. Kurz quiere dispar estas tensiones y ganar equilibrio, por lo que, según fuentes de su partido, ofrecerá más espacio en la pantalla a Los Verdes . Pero está por ver quién gana el pulso en el tema central de la reunión, que es una reestructuración del sistema tributario bajo signo verde. El Gobierno quiere iniciar los seis proyectos que supondrán el primer paso hacia una reforma fiscal eco-social en el pacto de coalición.

La reforma incluye recargos a los billetes de avión, subidas de precio del trolebús a doce euros por billete y encarecimiento también de los vuelos de corta y media distancia. El impuesto de consumo estándar se modificará de tal manera que los automóviles con muchas emisiones de CO2 se vuelvan significativamente más caros y habrá incentivos para los coches de bajas emisiones. La coalición quiere además frenar el tráfico de camiones desde el extranjero con un sistema de peajes más «ecológico» y todavía no está claro qué harán con los impuestos del diésel. Sobre la mesa habrá también tarifas planas para los usuarios de transporte público y un pacto con cronología completa para todos los acuerdos, de manera que las reformas puedan entrar en vigor a partir de 2021. Viena no quiere perder la carrera europea por el clima.

Este reverdecimiento irá acompañado de un alivio fiscal. El primer nivel arancelario del IRPF descenderá desde los ingresos brutos de 1250 actuales en un 20% e incluso 25%. Quien gane 1300 euros al mes ahorraría 102 euros en impuestos por año . El salario de 1.500 euros gana 204, el de 1.700 ahorra 306, y a partir de un ingreso mensual de 1810 euros, comienza el alivio máximo de 350 euros. La fecha objetivo también es aquí 2021 y tendrá un coste adicional para el Estado de 1500 millones de euros. La reducción adicional en los próximos dos niveles arancelarios, según lo prometido en el programa del gobierno, se llevará a cabo más adelante.

Es de esperar que la implementación de estos acuerdos mejore el equilibrio entre los Verdes de Werner Kogler y los turquesas de Sebastian Kurz , además de dejar bastante menor margen de maniobra a la oposición. El SPÖ querría eximir de impuestos los ingresos de hasta 1.700 euros brutos por mes, un ahorro para cada empleado de 1.100 euros al año. Además aboga por abolir el IVA, sumando un coste total que llegaría a los 5.000 millones. Y respecto a la extrema derecha del FPÖ, partido que ha quedado sin cuadros firmes tras el escándalo del video de Ibiza, carece de discurso. El secretario general del FPÖ, Herbert Kickl, se reunió ayer en Berlín con el líder del partido antieuropeo y antiextranjeros Alternativa para Alemania (AfD), Alexander Gauland, que ha evitado acercamientos con Le Pen y con Vox, pero que ayer reconoció en la rueda de prensa posterior a la reunión que el FPÖ es «el partido europeo más cercano a nosotros en términos de cultura, política y lenguaje». Admitieron haber hablado de inmigración, asilo y protección de fronteras, pero no especificaron cómo podría cristalizar la cooperación entre los dos partidos.

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