Las claves del «Obamacare», el legado que quiere eliminar Trump

Es una de las normas más importantes firmada por el anterior presidente y ha permitido los últimos años ampliar la obligatoriedad del seguro sanitario a algo más de veintidós de los casi cincuenta millones de ciudadanos sin cobertura que se fijaba como objetivo

Manuel Erice Oronoz

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , ha firmado nada más tomar posesión su primera orden ejecutiva como nuevo mandatario del país, por la que anima a los estados a eliminar los aspectos que consideren más costosos de la aplicación de la reforma sanitaria de su predecesor, Barack Obama , la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, conocida vulgarmente como «Obamacare».

¿Qué es el Obamacare?

El Obamacare, cuyo nombre oficial es The Patient Protection and Affordable Care Act (Ley del Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible), aprobada en 2010 y ratificada por el Tribunal Supremo en 2012, es una de las normas más importantes firmada por el presidente Obama. Ha permitido los últimos años ampliar la obligatoriedad del seguro sanitario a algo más de veintidós de los casi cincuenta millones de ciudadanos sin cobertura que se fijaba como objetivo.

Se estima que al menos veintisiete millones siguen sin cobertura. Tanto las aseguradoras como los beneficiarios están sometidos al sistema: las primeras deben integrar a todos los ciudadanos que aún no están, porque sus ingresos eran superiores al máximo para recibir subsidios; los segundos, están obligados a entrar en la cobertura, bajo amenaza de multa.

¿A quién afecta?

El Obamacare se pensó para los ciudadanos que no tenían cobertura sanitaria, en un país que no ofrece un sistema universal financiado por las arcas públicas. Pretendía cubrir a quienes no cumplían los requisitos para acogerse a los únicos existentes: el Medicare, que cubre a los mayores de 65 años y jubilados, así como a personas con diversas discapacidades físicas y psíquicas, y el Medicaid, cuya cobertura alcanza a los ciudadanos con menos poder adquisitivo, con un tope de renta del 400% del nivel federal de pobreza. Por encima de esos ingresos, había cincuenta millones de personas cuando empezó a aplicarse la ley, que obliga a todos los ciudadanos a contratar un seguro y a las aseguradoras a participar.

¿Quién lo paga?

En principio, lo paga el contratante, que es cada ciudadano, que se debe apuntar en un registro público, actualizado cada año. Pero la ley obliga a las empresas a contratar y financiar el seguro a los empleados con contrato fijo. En el caso de aquellas con menos de 25 trabajadores, se pueden acoger a ayudas para compensar su esfuerzo económico. Un particular puede contratar una cobertura en el mercado de seguros o fuera de esa red. Uno de efectos perniciosos del sistema es el progresivo encarecimiento de los seguros, cuyo coste va a subir en 2017 aproximadamente un 25% de media.

¿Qué pasa ahora?

La orden ejecutiva firmada por Trump significa un primer paso para desmantelar el Obamacare, que se suma a las enmiendas presupuestarias aprobadas recientemente por la mayoría republicana. El problema es cuándo se podrá poner en marcha el plan que lo sustituye.

El objetivo de la Administración Trump es que la ley de Obama no deje sin cobertura a nadie temporalmente, para lo que intenta llevar a cabo una suerte de «quita y pon» que no afecte a los millones de beneficiarios del sistema. La coordinación entre el secretario de Salud, Tom Price, y la dirección de los republicanos en el legislativo será esencial para que cumplimentar el proceso. Está pendiente de saber el alcance real de la reforma.

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