Cientos de focas regresan a la costa norte de Francia tras proteger el país a estos animales durante 40 años
Casi 250 focas grises salvajes aprovechan la marea baja para regresar a la ciudad de Marck, en la...
Casi 250 focas grises salvajes aprovechan la marea baja para regresar a la ciudad de Marck, en la costa norte de Francia. Se establecen allí "para engordar, descansar y prepararse para su próxima cacería en el mar", asegura Jerome Gressier, voluntario en un centro de protección animal. Las focas desaparecieron de la zona en los años 70 por la presión de los pescadores, que las veían como una amenaza. Pero estos animales, que no tienen depredadores naturales en el Canal de la Mancha, están protegidas en Francia desde 1980. Casi 40 años después esta protección ha permitido que al menos 1.100 de estos ejemplares vivan en la zona. Gressier las vigila desde lejos e intenta detectar a las focas lesionadas. Animales que son trasladados a un centro de rescate en Calais. "A las tres semanas la madre le ensaña a cazar, pero si la foca no puede o no aprende con la suficiente rapidez, la madre se va y se ocupa de sus asuntos", informa Christel Gressier, directora del Centro de Animales de Calais. Recibe cachorros de foca que han sido abandonados por sus madres. Pero en el centro les dan una nueva oportunidad.-Redacción-