El celo en las medidas de confinamiento de algunas regiones rusas exaspera al primer ministro

Según Mijaíl Mishustin, «no hay que confundir las prerrogativas de las administraciones locales y las atribuciones que tiene el poder federal»

El primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin EFE

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El primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, ha calificado hoy de «inaceptable» que algunas regiones del país cierren sus fronteras con los territorios circundantes bajo el pretexto de luchar contra el coronavirus. Según sus palabras, «no hay que confundir las prerrogativas de las administraciones locales y las atribuciones que tiene el poder federal».

En su segundo mensaje a la Nación desde que comenzó la actual crisis del COVID-19, el presidente Vladímir Putin dio la semana pasada a las autoridades de todos los entes territoriales poderes adicionales y libertad para aplicar en sus demarcaciones las medidas que estimen oportunas para frenar la pandemia, explicando que la situación es muy variable según los lugares.

Mishustin ha recordado hoy que el margen de maniobra fijado por Putin ha sido adecuadamente entendido por la «mayoría» de los gobernadores regionales, quienes, según su opinión, «han sabido acometer correctamente las tareas planteadas en la actual situación». No obstante, el jefe del Gobierno ruso ha llamado la atención sobre el hecho de que algunas regiones hayan cerrado sus fronteras a vehículos y personas procedentes de otros puntos del país.

Cierre a cal y canto

Tal han sido los casos de Chechenia (Cáucaso Norte), en donde desde el domingo no se puede entrar ni salir de la república por orden de su líder, Ramzán Kadírov , que además decretó el estado de queda por la noche, y de Cheliábinsk (Urales), que también ha cerrado sus fronteras a cal y canto. En el Kremlin aseguran que en las disposiciones anunciadas por el jefe del Estado «no se dieron tales instrucciones» ni pie para interpretar que podían adoptarse.

Además, las regiones de Krasnoyarsk, Tomsk y Norilsk, todas ellas en Siberia, han decido confinar en cuarentena de 14 días a todos aquellos que lleguen procedentes de Moscú y San Petersburgo, las dos ciudades del país más afectadas por el coronavirus. Las autoridades de estos dos territorios justifican la medida en el hecho de que «el 80 por ciento de los casos de COVID-19 en Rusia se concentran en las dos ciudades más grandes del país». En Krasnoyarsk se han habilitado incluso albergues para aislar a los llegados de Moscú y San Petersburgo que no tengan allí residencia permanente.

Según la viceprimera ministra rusa, Tatiana Gólikova, Moscú, San Petersburgo, las repúblicas de Komi (noroeste) y Buriatia (sur de Siberia) son las regiones con más infectados de coronavirus. Gólikova sostiene que el virus «fue importado desde 73 países del mundo, principalmente Italia, España, Francia, Alemania y los Emiratos Árabes Unidos».

De acuerdo con los datos oficiales difundidos hoy, en Rusia se han registrado en las últimas 24 horas 954 nuevos casos de coronavirus , de ellos 591 en la capital rusa y 35 en San Petersburgo. El total de enfermos en todo el país asciende ahora a 6.343 y el de fallecidos a 47. En Moscú la cifra de infectados alcanza ya los 4.484.

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