Impeachment a Trump
La Casa Blanca reconoce que la transcripción de la conversación entre Trump y Zelenski no es exacta
Fue elaborada con notas tomadas por el equipo del presidente de EE.UU. y con ayuda de un software de reconocimiento de voz
El pasado 25 de julio, Donald Trump mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski , en la que le pidió que colaborara con el fiscal general de EE.UU. para investigar al que podría ser el gran rival de su elección: Joe Biden , ex vicepresidente con Barack Obama, y favorito para conseguir la nominación demócrata a la presidencia de EE.UU.
La llamada ha sido el motivo por el que la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes ha decidido iniciar el proceso para un «impeachment» o juicio político al presidente de EE.UU. Lo anunció el martes la líder demócrata en la cámara baja, Nancy Pelosi , en el primer paso de un proceso de recusación que sería histórico.
Durante la última semana se había especulado con el contenido exacto de la llamada. El martes, Trump lanzó un órdago a la posibilidad de sufrir un «impeachment» por esta llamada y anunció que ofrecería una transcripción completa.
La Casa Blanca la publicó ayer, en un documento que recoge la conversación entre los dos presidentes. No es una transcripción exacta , porque fue elaborada con notas tomadas por el equipo de Trump y con ayuda de un software de reconocimiento de voz y la Casa Blanca reconoce que hay varios factores que pueden «afectar a la exactitud» del documento.
En la conversación, Trump felicita a Zelenski por su reciente victoria electoral, ambos intercambian cumplidos, y el presidente ucraniano reconoce que EE.UU. es un aliado mucho más comprometido que sus socios de la Unión Europea y le dice que está listo para comprar más armamento defensivo a Washington.
«Me gustaría que nos hicieras un favor, sin embargo», cambia la conversación Trump y le pide que su país investigue lo que ocurrió con el servidor del partido demócrata cuando fue atacado por hackers rusos para filtrar información perjudicial sobre la campaña de Hillary Clinton en 2016, que podría estar en Ucrania, algo que interesa a Trump para desmontar parte del relato sobre la trama rusa de aquellas elecciones. Le dice que quiere que el fiscal general de EE.UU., Robert Barr, llame «a ti o a tu gente y me gustaría que fuerais hasta el fondo de ello» .
Trump también menciona que Rudy Giuliani , ex alcalde de Nueva York y abogado del presidente, debería trabajar en las investigaciones. «Otra cosa», dice el presidente de EE.UU. poco después. «Se habla mucho del hijo de Biden, que Biden paró una investigación y mucha gene quiere saber qué pasó, así que todo lo que puedas hacer con el fiscal general sería genial. Biden alardeó de que paró una investigación, así que si pudieras mirarlo… A mí me suena horrible».
Trump se refiere a Hunter Biden que fue miembro del consejo de administración de Burisma, una compañía ucraniana de gas que fue investigada. El hijo de Biden no fue acusado de ningún delito dentro de esa investigación. Todo apunta a que la idea de Trump es obtener información dañina sobre Biden, que en su día, como vicepresidente, presionó a Ucrania para que despidiera a su fiscal general por no ser suficientemente duro con la corrupción en el país. La idea de que Biden presionó para que su hijo recibiera trato de favor sería un caramelo electoral, pero la investigación a su hijo estaba apartada cuando se produjo aquel episodio.
Giuliani también presionó a Ucrania para que investigara a Biden. Después de esta llamada, se reunió con un alto cargo de Zelesnki, Andrey Yermak, en Madrid. Allí le habló de investigar las andanzas del hijo de Biden y las alegaciones, no comprobadas, de que los demócratas se coordinaron con Ucrania para sacar información perjudicial del que fue presidente de la campaña de Trump, Paul Manafort, después imputado por el investigador de la trama rusa, Robert Mueller.
En el final de la llamada, Zelenski le explica que el nuevo fiscal general de Ucrania será «100% mi persona, mi candidato » y que «mirará la situación, en especial la compañía que mencionas».
“Quiero asegurarte de que seré muy serio en este caso y trabajaré en la investigación”, dice después Zelenski, a lo que Trump responde dando las gracias, informando de que Giuliani y Barr le llamarán y le invita a ir a la Casa Blanca.
Una de las especulaciones durante los últimos días es si Trump habría presionado a Zelenski con el congelamiento de ayuda de defensa. En los días previos a la llamada, el presidente de EE.UU. bloqueó 400 millones de asistencia militar.
No hay rastro de ello en la llamada, algo en lo que ayer la Casa Blanca basó su defensa. La Administración Trump aseguró que la conversación fue «completamente apropiada», que no hubo «contrapartidas» y que no se buscó una «interferencia extranjera». Fue el guión que repitieron los legisladores republicanos durante el día para atacar la decisión de los demócratas de iniciar el proceso para el «impeachment».
En medio de la Asamblea de la ONU
Trump, que se encuentra en Nueva York por la celebración de la Asamblea General de la ONU, respaldó su defensa con un encuentro bilateral con Zelenski. Allí, el presidente ucraniano dijo a los periodistas sobre la llama que «nadie me presionó».
«Es la mayor cacería de brujas de la historia de EE.UU.», dijo Trump ayer, en una expresión que ya usaba con la trama rusa, e insistió en que no hay «nada» en la llamada.
La defensa de Trump, sin embargo, no oculta que buscó que un presidente de un país extranjero investigara a un rival político, que, además, está por encima de él en todas las encuestas. El apoyo entre los legisladores demócratas al «impeachment» creció ayer, con más de doscientos de los 235 miembros de la mayoría demócrata a favor de iniciar el proceso. Pelosi aseguró ayer que la transcripción dejaba clara la traición de Trump y los presidentes de cuatro comités de la Cámara insistieron en que no es necesario que haya una contrapartida «para traicionar a nuestro país».
El impacto de esta última tormenta política en la reelección de Trump está por ver, pero es una apuesta con muchos riesgos políticos para los demócratas. Una encuesta publicada ayer por Quinnipiac University muestra que el 57% de los estadounidenses creen que no debe haber «impeachment». El sondeo se realizó entre el pasado jueves y el lunes de esta semana, cuando se empezó a conocer la existencia de la llamada a Zelenski.
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