Carrie Lam anuncia que no se presentará a la reelección en Hong Kong

El número dos del Gobierno actual, John Lee, es el principal favorito para las elecciones del próximo mes de mayo

Carrie Lam anuncia su intención de no presentarse a la reelección EFE
Jaime Santirso

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Carrie Lam pasará a la historia como la jefa del Ejecutivo bajo cuyo mandato Hong Kong defendió su libertad, con más fiereza que nunca, una última vez antes de dejar de existir, disuelto en el autoritarismo chino. De su legado puede hablarse ya en pasado, después de que haya anunciado que no se presentará a la reelección en los comicios programados para dentro de un mes.

Lo reveló ayer durante su rueda de prensa diaria sobre la evolución de la pandemia, asegurando que la decisión responde a «motivos familiares»: «Ellos creen que es hora de que me vaya a casa (...). La familia es lo más importante para mí». Según relataba, informó al Gobierno chino de su decisión durante la reunión anual de la Asamblea Nacional Popular, el aparato legislativo del régimen, celebrada hace un mes en Pekín y en la que participó de manera telemática. Lam, no obstante, eludió las preguntas respecto a la evaluación del Partido Comunista de su convulso lustro al frente del territorio y dio por finalizado el encuentro con los medios tras apenas veinte minutos.

Llega así a su fin una trayectoria de cuatro décadas en las instituciones públicas de Hong Kong. Lam, de 64 años, ascendió peldaños de manera progresiva en el seno de la Administración, lo que contribuyó a cincelar un perfil grisáceo y funcionarial. En marzo de 2017 se impuso en los comicios al Ejecutivo local y en julio el líder chino Xi Jinping le tomó juramento como la cuarta persona y primera mujer al frente del territorio.

Protestas prodemocracia

Durante sus primeros meses en el cargo, Lam concitó la inusitada aprobación generalizada de sectores prochinos y prodemocracia. Sin embargo, todo saltó por los aires en febrero de 2019 , cuando su Gobierno propuso una nueva ley de extradición que pretendía vincular el independiente sistema judicial hongkonés con el continental, sometido a los designios del Partido Comunista. Esto despertó una oleada de rechazo popular que pronto se transformó en la mayor fractura social en la historia moderna de Hong Kong, un movimiento mayoritario que reclamaba democracia.

Tras varios meses de altercados, la pandemia acabó por apagar las protestas. Después, la Ley de Seguridad Nacional impuesta desde Pekín, pese a contravenir la Ley Básica y los acuerdos internacionales, maniató a oposición, medios de comunicación y sociedad civil, y acabó con el marco de derechos y libertades que diferenciaba a Hong Kong del resto de China.

Lam, según ha declarado, dividirá de ahora en adelante su atención en cuatro frentes prioritarios: mantener la pandemia bajo control, organizar las celebraciones con motivo del 25º aniversario de la devolución de soberanía, supervisar las inminentes elecciones el Ejecutivo local y transferir el mando a la nueva Administración. La gran incógnita a esclarecer es quién estará al frente.

Carrera por la sucesión

En todas las quinielas aparece el nombre de John Lee , número dos del Gobierno actual, quien de acuerdo a medios locales ya habría expresado su interés. Lee, antiguo agente de policía y secretario de Seguridad, mantuvo un perfil anglófilo durante la etapa colonial pero en los últimos años se ha manifestado como el máximo defensor de la política de mano dura propugnada por el Partido Comunista. Entre los aspirantes más creíbles también se cuentan Margaret Chan , quien fuera directora general de la Organización Mundial de la Salud entre 2007 y 2017, y la diputada Regina Ip; aunque todavía no han hecho oficial su candidatura.

El próximo 8 de mayo, las urnas elegirán al ganador. Esta votación tiene lugar cada cinco años, aunque en esta ocasión se ha retrasado casi dos meses con motivo del virulento rebrote de covid que ha asolado el territorio. Se trata de unos comicios particulares, en los que los 7,4 millones de habitantes no tienen voz ni voto. Un comité electoral de 1.500 miembros bajo control de sectores prochinos designará al quinto jefe del Ejecutivo, puesto que ha cambiado mucho menos que la comunidad política que encabeza.

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