Cargos contra los policías que mataron a un discapacitado cuando llevaba una pistola de juguete
La muerte de Eric Torell provocó numerosas manifestaciones de afecto en toda Suecia, incluyendo un multitudinario funeral en Estocolmo
Eric Torell, con síndrome de down y autismo , tenía 20 años cuando fue abatido el verano pasado por la policía sueca en un barrio residencial de Vasastan en Estocolmo. El joven se había escapado de casa por la noche y llevaba una pistola de juguete. Ocho meses después, este viernes, la fiscalía sueca ha presentado cargos formales contra tres policías por la muerte del joven que causó conmoción en la sociedad sueca.
Según las autoridades del país nórdico, desde principios del año pasado y hasta el trágico suceso, la policía había matado a tiros a seis personas. Aquella madrugada del jueves 2 de agosto, respondiendo a la llamada de un vecino y luego de una llamada de alto, la patrulla policial abrió fuego contra Eric. Al girarse hacia ellos con la pistola de juguete en la mano, los policías le dispararon 25 tiros, de los que tres impactaron en su espalda y estómago, causándole la muerte.
El fiscal criticó que los agentes siguiesen disparando cuando Eric –de quien su madre ha dicho a medios suecos que tenía la edad mental de un niño de tres años– les volvió a dar la espalda y que no tomasen las medidas de control reglamentarias, «de modo que se habrían dado cuenta de que Eric no constituía ninguna amenaza». La investigación preliminar ha incluido cientos de interrogatorios, recreaciones tridimensionales de la escena del crimen y de las condiciones lumínicas en el momento del suceso, que se produjo cuando estaba amaneciendo, alrededor de las 4 de la madrugada.
La muerte de Eric provocó numerosas manifestaciones de afecto en toda Suecia, incluyendo un multitudinario funeral en Estocolmo: «Este es un incidente trágico y entiendo que mucha gente quiera respuestas rápidas», afirmó Martin Tiden , el fiscal a cargo de esta investigación por negligencia profesional. Según el rotativo sueco Aftonbladet fueron tres los policías que dispararon contra Torell mientras la Fiscalía solo confirmó que «más de un policía había utilizado su arma de servicio».
« Apenas podía hablar , solo podía decir ‘mami, mami’», comentó el día del suceso la madre del joven, Katarina Soderberg quien confirmó que recibió la pistola de juguete como regalo de cumpleaños. El joven huía regularmente por Vasastan –una zona residencial acomodada de la capital sueca–, explicó su padre, Rickard Torell, insistiendo en que no entendía por qué la policía le disparó a su hijo: "¿Cómo es que no hubo una alternativa a matarlo? ¿Por qué no hicieron un disparo de advertencia?".
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