Cameron y Corbyn, indignados por un nuevo retraso del informe sobre la guerra de Irak
La investigación sobre la participación británica que encargó Brown en 2009 vuelve a demorarse hasta el verano
Sir John Chilcot , un exdiplomático y alto funcionario jubilado, ha conseguido lo imposible: poner totalmente de acuerdo a David Cameron y Jeremy Corbyn . El primer ministro y el líder radical laborista han coincido en su enfado al conocer que Sir John pospone una vez más la publicación de los resultados de la investigación sobre la participación británica en la invasión de Irak que le encargó Gordon Brown en 2009.
La comisión Chilcot, que maneja ya un dossier de más de dos millones de palabras, ha convertido en el cuento de nunca acabar la investigación sobre la controvertida decisión de Tony Blair de apoyar a Bush en la guerra de 2003 , que tuvo en contra el voto del Partido Conservador y de 139 diputados laboristas, entre ellos, por supuesto, Corbyn, que por entonces era el presidente de la plataforma Stop the War.
Se esperaba que sir John Chilcot presentase por fin el próximo día 3 de noviembre el calendario de publicación de la investigación. Pero se ha adelantado, lo que pasa es que con malas noticias: este jueves envió una carta a David Cameron en la que le comunica que el 18 de abril de 2016 el informe estará listo para que pase al escrutinio de la comisión de seguridad nacional, paso previo antes de su publicación. En la misiva, Chilcot calcula que el material verá la luz «en junio o julio del próximo año».
Sus revelaciones sobre las conversaciones privadas de Bush y Blair podrían dañar las relaciones de Estados Unidos y el Reino Unido
Cameron se ha declarado «inmensamente frustrado» por esa nueva demora y ha aludido a la desilusión de las familias de los 179 militares británicos caídos en la guerra de Irak, que llevan lustros esperando el informe. Corbyn ha dicho que la situación «va más allá del ridículo».
Se cree que en realidad Chilcot acabó su trabajo en 2011, pero duerme en los cajones desde hace cuatro años porque sus espinosas revelaciones sobre las conversaciones privadas de Bush y Blair podrían dañar las relaciones de Estados Unidos y el Reino Unido.
Temeroso de una inminente publicación del dossier Chilcot, que al final no ha llegado, Tony Blair hizo en días pasado unas declaraciones a la CNN pidiendo disculpas por cómo se llevó a cabo la campaña de Irak. «Me disculpo por el hecho de que recibí información equivocada de los servicios de inteligencia -asume Blair- y también por nuestros errores en la planificación y por no entender que podría ocurrir tras la caída del régimen». Blair ya se había excusado anteriormente por los errores del espionaje y sus falsos informes sobre las supuestas armas de destrucción masiva del sanguinario dictador iraquí, que no existían .
Yihadistas
Cuando se le pregunta en la CNN si el ascenso de Daesh, el sanguinario califato fanático , es una consecuencia de la intervención occidental, Blair responde que hay «elementos de verdad en eso». Aunque también relaciona la crecida de Daesh con la Primavera Árabe de 2011 y con el « sectarismo» del Gobierno iraquí que sucedió a Sadam. A su juicio, en 2009 en Irak se había logrado «una relativa estabilidad». Pero Estado Islámico, que había pasado de Irak a Siria, emprendió el camino de vuelta.
Pese a todo, Blair sigue defendiendo la acción contra el dictador iraquí: «Es muy duro tener que disculparme por echar a Sadam ». Y dice que no alberga duda alguna de que el mundo es un lugar mejor sin él. Blair sostiene que la inhibición en Irak de las potencias occidentales habría desembocado en «una guerra civil como la de Siria», donde recomienda a Europa y el Reino Unido que intervengan.
Noticias relacionadas