Cameron ordena una reforma para apoyar a los policías a la hora de disparar

Los atentados islamistas del pasado 13 de noviembre en París , con 130 muertos, han llevado al Gobierno británico y sus fuerzas de seguridad a estudiar cómo reaccionarían ante un ataque similar. El responsable de la Policía Metropolitana, Bernard Hogan-Howe, trasladó al primer ministro que los agentes se quejan de que no cuentan con respaldo legal suficiente como para disparar con confianza en situaciones de peligro , en las que a veces hay que tomar la decisión en un segundo. En la última reunión del Consejo de Seguridad Nacional, Cameron atendió a esos lamentos y ha encargado una revisión de la legislación sobre el uso de armas de fuego por parte de la policía.

El Gobierno explica así su posición: «Debemos de estar seguros de que cuando un policía tiene que tomar la decisión final de proteger la seguridad pública cuenta con todo el apoyo de la ley y del Estado y de que no dudará cuando hay vidas en juego».

Pero la revisión legal ha suscitado las críticas de los laboristas. Su líder, Jeremy Corbyn afirma que la policía debe ser objeto de un escrutinio por parte de la justicia exactamente igual que cualquier otra institución y estima que la normativa actual es adecuada. Corbyn levantó ampollas en su propio partido cuando tras los atentados de París criticó que los policías disparasen a matar en los enfrentamientos con terroristas.

La reforma afectaría a los policías de Inglaterra y Gales , 130.000, de los que 6.000 están instruidos para el manejo de armas de fuego. La semana pasada, un policía fue arrestado en tras disparar con resultado de muerte a un joven de 28 años, que participaba en un intento de fuga en una prisión del Norte de Londres. Los agentes también ponen el ejemplo del caso de un policía que fue absuelto el pasado julio de la muerte de un joven de 24 años en el Noroeste de Londres, en una sentencia que llegó una década después de los hechos, tiempo en que el autor de los disparos arrastró una sombra de desprestigio sobre su comportamiento.

Los laboristas consideran que dar más facilidades a los policías para disparar enconará las relaciones en los barrios marginales , porque la reforma afecta a todo tipo de enfrentamientos, no solo a los relacionados con terrorismo.

En la actualidad esas situaciones están reguladas por dos leyes. Una de 1967 permite a la policía hacer «un uso razonable de la fuerza». La otra, la Ley de Justicia Criminal de 2008, reconoce el derecho del agente a defenderse si tiene una creencia “honesta e instintiva” de que abrir fuego es necesario.