Cameron amaga con expulsar a las musulmanas que no sepan inglés

Levanta polémica al vincular el problema idiomático con el radicalismo islámico

Cameron este lunes a las puertas de su residencia EFE

LUIS VENTOSO

Ante la constante fuga de jóvenes salafistas a Siria , el Gobierno de Cameron inició el año pasado una ofensiva para atajar el proselitismo radical entre los musulmanes británicos. En otoño se anunció que los grupos que difundan ideas extremistas serán prohibidos y sus locales cerrados, mezquitas incluidas. Además se combatirá la aplicación de la sharia, la rigorista ley islámica, que insólitamente rige en algunos guetos en pleno Reino Unido. Ayer Cameron dio un paso más en su estrategia y anunció que las mujeres musulmanas que llegan al país con visados por matrimonio tendrán que acreditar que están aprendiendo inglés para poder renovarlos. Además se invertirán 26 millones de euros en cursos de inglés en las comunidades islamistas con más problemas de integración.

Según los datos que ofreció el primer ministro en BBC Radio, 38.000 musulmanas que viven en el Reino Unido no hablan inglés y otras 190.000 tienen unos conocimientos muy limitados (en total un 22% del colectivo). Cameron considera que esas carencias fomentan la propagación del radicalismo, tesis que ha resultado polémica y le ha valido duras críticas de la comunidad musulmana, que celebra que se invierta en clases de inglés, pero acusa al líder conservador de estigmatizarlos. Cameron lo razonó así: «Si no hablas inglés no te integras y por tanto podrías encontrarte con problemas para entender cuál es tu identidad, lo que te haría más susceptible al mensaje extremista de Daesh».

Incluso con hijos

A partir de octubre, las mujeres que llegan con visas de cinco años tendrán que someterse a un test a los dos años y medio para demostrar que su inglés ha mejorado. ¿Y si no lo logran qué ocurrirá? «Pues que no tendrán garantizado su derecho a poder quedarse» , responde Cameron. Es decir, no se expulsará a las mujeres con visa en curso, pero podrían verse forzadas a dejar el país a los cinco años si no hablan inglés, incluso teniendo hijos en el Reino Unido.

En la actualidad se espera que las mujeres con visa conyugal que llegan a Gran Bretaña tengan al menos un nivel de inglés A1 (el de principiante, equivalente al de un niño que inicia Primaria). Pero con la reforma se exigirá que a los dos años y medio alcancen el A2 (nivel elemental) y a los cinco el B1 (intermedio).

Las críticas han estado encabezadas por Lady Warsi, de 44 años, una abogada de origen paquistaní, la miembro más joven de la Cámara de los Lores y en su día copresidenta del Partido Conservador e integrante del Gobierno de Cameron. «Es torpe y equivocado vincular el problema de los inmigrantes que no hablan inglés a las comunidades musulmanas. Las está estigmatizando», le reprocha Warsi. La misma tesis de los laboristas, que hablan de «una política torpe y simplista» . Pero lo cierto es que a pesar del buenismo multicultural la comunidad musulmana británica sigue siendo cantera de terroristas. Ayer mismo se comenzó a juzgar a cuatro veinteañeros del oeste de Londres, acusados de intentar matar el año pasado a un policía o un soldado siguiendo el mandato de Daesh.

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