Cadena perpetua para el terrorista antisemita de Halle

Stegan Balliet declaró ante el tribunal que no se arrepentía y que lo único que lamentaba era que las víctimas fuesen musulmanas, en lugar de judías

Stegan Balliet, el alemán de 28 años que atentó contra la sinagoga de Halle AFP

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Stegan Balliet, el alemán de 28 años que atentó contra la sinagoga de Halle por motivos estrictamente antisemitas , ha sido condenado por el tribunal regional de Naumburg a cadena perpetua el «caso de culpa especialmente grave» y sin aspirar a una estado de libertad condicional al menos hasta dentro de 20 años.

Se trata de la sentencia sobre uno de los peores crímenes antisemitas en la historia de la posguerra alemana. La jueza Ursula Mertens, que preside el Tribunal Regional Superior (OLG) de Naumburg, ha tomado partido por la moción de la Fiscalía Federal y la acusación accesoria. La defensa no había solicitado ninguna otra sentencia.

El 9 de octubre de 2019, Balliet intentó matar a 51 personas que estaban celebrando el Yom Kippur , la mayor fiesta anual judía en la sinagoga de Halle. Tras fracasar en el intento de derribar la puerta, frustrado por no poder entrar en el templo, comenzó a disparar aleatoriamente a los transeúntes, asesinando a Jana L. y más tarde al aprendiz de 20 años Kevin S. en la puerta de una tienda de kebab. Durante la fuga posterior, hirió a otras personas, algunas de ellas de gravedad. En el pasado mes de julio, cuando comenzó el juicio, Balliet declaró ante el tribunal que no se arrepentía y que lo único que lamentaba era que las víctimas fuesen musulmanas, en lugar de judías.

Balliet confesó los crímenes desde un principio y los justificó con teorías de conspiración antisemitas, racistas y antifeministas. Su declaración, convertida en una proclama de negación del Holocausto , que en su opinión nunca existió, hubo de ser interrumpida por el tribunal. Una vez que se calmó y que le fue explicado que no podía hacer esas declaraciones delictivas, puesto que en Alemania está prohibida la apología del nazismo, se le permitió continuar con su declaración, pero se negó por no poder referirse a sus principios ideológicos.

Escuchar su discurso supuso un duro trago para los numerosos supervivientes y familiares de víctimas del Holocausto que han seguido el juicio en la sala del tribunal. El acusado no había mostrado ningún remordimiento durante el proceso y ha recalcado en varias ocasiones que mataría a más personas judías si tuviera la oportunidad. Uno de los testimonios más seguidos por los medios alemanes, durante los meses de juicio, fue el del padre de Kevin S., una de las víctimas. Kevin nació con una discapacidad intelectual. Según su padre, los médicos no supieron durante mucho tiempo si llegaría a la edad adulta, pero la familia nunca se rindió y vivía como un gran éxito del chico el que hubiera logrado una plaza de formación dual solo unos días antes de recibir un disparo mientras almorzaba en la tienda de kebabs.

Los familiares de Jana L., en cambio, decidieron no participar en el proceso . Sus amigos describieron a Jana como una persona feliz que disfrutaba escuchando música y coleccionando tarjetas con autógrafos. Ella pasó casualmente por delante de la sinagoga el día del ataque. El terrorista la mató con varios disparos en la espalda cuando intentaba huir del lugar de la violencia. También han declarado decenas de supervivientes del ataque, que lograron guarecerse tras la puerta de la sinagoga o que consiguieron escapar con éxito del tiroteo en el exterior.

Baillet había sido rechazado en dos ocasiones por el sistema universitario, que le impidió estudiar una carrera, y había renunciado a buscar un trabajo. Durante el juicio ha sido demostrado su carácter asocial , no tenía amigos ni pasatiempos. Vivía alternativamente en la casa de su padre y en el apartamento de su madre. Ambos hicieron uso de su derecho a negarse a declarar ante el tribunal. La acusación no ha dado por verdadera la declaración del acusado acerca que sus padres no conocían sus planes, ni que se había hecho con las armas, y queda abierta una vía de acusación secundaria.

Uno de los abogados de las víctimas, Alexander Hoffmann, ha insistido en la necesidad de seguir investigando el origen de la ideología antisemita y misógina expresada por el acusado durante sus declaraciones, señalando que puede tener un origen familiar que podría dar lugar a nuevos juicios, dado que no ha sido posible demostrar que Balliet estuviese conectado con grupos neonazis o que hubiera actuado por orden o asesoramiento de alguien más. Varios peritos han reconstruido el proceso por el que el terrorista fabricó de forma casera algunas de las armas utilizadas.

«Estaban mal ensambladas» y «la munición estaba mal fabricada», declararon, dando a entender que el ataque pudo ser bastante más letal si el acusado hubiese sido tenido más pericia. En estas sesiones del juicio Balliet declaró estar encantado de volver a ver sus rifles, que fueron presentados como pruebas. Sonrió y rió a carcajadas varias veces cuando los peritos daban sus explicaciones. Intentaba entablar con ellos una discusión técnica en la que aportaba información a los expertos porque aseguraba sentirse «orgulloso» de su trabajo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación