El Rey de los belgas habla durante la emotiva ceremonia celebrada este domingo en Bruselas por las víctimas del 22-M. El Gobierno federal encabezado por el liberal Charles Michel también ha querido homenajear a las víctimas y agradecer al personal de emergencia sus esfuerzos por salvar vidas. Los Reyes de los belgas Felipe y Matilde. A la ceremonia acudieron entre 500 y 600 personas, entre ellas las familias de las víctimas y de los heridos, personal de las fuerzas de seguridad y de los servicios de emergencia, el Gobierno, los presidentes del Senado y el Congreso, los alcaldes de Zaventem, donde se encuentra el aeropuerto, y de Bruselas, embajadores y representantes de diferentes religiones. El Rey emérito, Alberto II de los belgas junto a la Reina en el Palacio Real. La ceremonia fue abierta por el cantante belga Getch Gaëtano con la canción «Imagine» de John Lennon, pieza que cantaron los belgas al día siguiente de los atentados en la plaza de la Bolsa de Bruselas, que se convirtió en un improvisado memorial de homenaje a las víctimas, 17 belgas y 15 de otras nacionalidades. Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, solemne e íntima, fue la lectura de los nombres de las víctimas y el testimonio de Eddy Van Calster y de Kristin Verellen, el esposo y la esposa respectivamente de Fabienne Vansteenkiste, de 51 años, y de Johan Van Steen, de 58 años, que perdieron la vida en los ataques. El artista Daan interpretó «Bruselas» de Dick Annegarn, y Gäetano volvió al micrófono para cantar «Le plat pays» (El País llano) de Jacques Brel, mientras que el escritor Geert van Istendael leyó un poema. Los himnos europeo y belga cerraron el acto. Fuera del Palacio, cientos de personas se reunieron en la Bolsa y depositaron de nuevo flores, banderas belgas y otras, mensajes y velas delante de las escaleras, pocos días después de que las autoridades limpiaran la «alfombra de la solidaridad». Parte de los mensajes que se acumularon a lo largo de dos meses en ese memorial se guardarán en los archivos de la capital.