Bronca entre Trump y los demócratas en el Despacho Oval
El próximo 21 de diciembre se cumple el plazo para aprobar una ley de gasto gubernamental
Si había alguna duda de cómo iba a ser la relación entre Donald Trump y la oposición demócrata, ahora que ha recuperado parte del poder en el Congreso, la escena ayer en el Despacho Oval dejó pocas dudas. El presidente de EE.UU. y los líderes demócratas en el Congreso, Nancy Pelosi y Chuck Schumer, acudieron a la Casa Blanca para negociar con Trump políticas sobre inmigración y cómo evitar un cierre gubernamental por falta de acuerdo presupuestario y el encuentro acabó en una bronca pública delante de las cámaras.
El próximo 21 de diciembre se cumple el plazo para aprobar una ley de gasto gubernamental. De lo contrario, varias agencias federales se verán obligadas a cerrar, una situación que se ha repetido en los últimos años y que muestra la disfunción política en Washington. Trump quiere que esa ley de gasto incluya financiación amplia para su muro con México, una de sus grandes promesas electorales que no acaba de materializarse y a la que se oponen de frente los demócratas y parte de los republicanos. Hasta que no se renueve el Congreso en enero con los resultados electorales del pasado noviembre, los republicanos siguen en control de las dos cámaras: una amplia mayoría en la Cámara de Representantes y una escueta en el Senado, donde necesita apoyos demócratas para aprobar la ley presupuestaria.
En la reunión, Trump amenazó asegurando que estaría «orgulloso» de provocar el cierre gubernamental si no consigue dinero para su muro: «Lo voy a cerrar para tener seguridad en la frontera », espetó a Schumer, que le contestó que no debía hacerlo.
Trump, Pelosi y Schumer se lanzaron acusaciones mutuas, subieron el tono, se interrumpieron y gesticularon en un encuentro público que pilló a los demócratas por sorpresa. «Hemos venido aquí de buena fe y vemos cómo nos metemos en una discusión en público», protestó Pelosi. « Es transparencia », replicó Trump, acostumbrado a bajar al barro delante de las cámaras, que también soliviantó a Pelosi al decir que la demócrata no puede decir ciertas cosas porque se juega ganar el puesto de presidenta de la Cámara de Representantes.
Schumer acusó a Trump de protagonizar una «pataleta», se mofó de sus resultados electorales y le advirtió de que « las elecciones tienen consecuencias ». El único que no dijo nada fue el cuarto invitado, el vicepresidente Mike Pence, acostumbrado a no meterse en los problemas que crea su jefe.
Noticias relacionadas