El Brexit multiplica por diez el número de británicos que quieren ser belgas

Miles de británicos recurren a la doble nacionalidad para seguir trabajando en Bruselas

Miles de británicos recurren a la doble nacionalidad para seguir trabajando en Bruselas EFE
F.J. Calero

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Después de tres prórrogas y si no surgen imprevistos de última hora, el Reino Unido iniciará la salida de la Unión Europea el próximo 31 de enero. La siguiente fecha del calendario se fijó para el último día de este año marcando el fin del periodo de transición, tiempo en el que los británicos podrán seguir disfrutando de la mayoría de derechos que les concede la ciudadanía europea. Sin embargo, el cumplimiento de este plazo genera más dudas que certezas pese a la obstinación del flamante primer ministro Boris Johnson, quien –según la narrativa brexitera– llevará al pueblo británico a Ítaca cumpliendo el mandato del referéndum de salida frente al bloqueo de un Parlamento británico compinchado con la «burbuja de Bruselas» de «eurócratas» no elegidos democráticamente.

Pese a que con la mayoría absoluta de Johnson parece alejarse el fantasma del Brexit abrupto, cientos de miles de británicos, en shock desde la sorpresiva victoria de los «brexiters», llevan desde junio de 2016 buscando la manera de seguir siendo oficialmente ciudadanos europeos; y muchos de ellos en la tan denostada capital de Europa.

De acuerdo con datos de las instituciones europeas proporcionados a Reuters, aproximadamente uno de cada 10 funcionarios británicos en la Comisión Europea ha conseguido otra nacionalidad de la UE desde la votación del Brexit, pero renunciando a las ya escasas perspectivas de una futura promoción en el barrio europeo de Bruselas. Desde 2016, el número de funcionarios británicos que trabajan en la Comisión Europea ha disminuido en un 21% hasta llegar a 917 personas, ha informado el diario británico «The Guardian».

150 euros

En 2017, 1.375 británicos consiguieron la ciudadanía belga, según datos de la Oficina de Estadística belga, Statbel. La mayoría de las solicitudes provienen de quienes han residido en Bélgica durante años y desean adquirir la nacionalidad belga motivados por la incertidumbre sobre las consecuencias del Brexit. Según las cifras de la oficina de estadística, el número de británicos que buscan la nacionalidad belga se ha multiplicado por diez desde la victoria en junio de 2016 de los partidarios de salir de la UE. En Bélgica residen alrededor de 25.000 ciudadanos del Reino Unido.

Desde la asociación Objectif, especializada en asesorar a inmigrantes en la obtención de la nacionalidad belga, aseguran que aunque obtener la ciudadanía no resulta tan complicado de adquirir en comparación con otros países de la UE, el proceso no está exento de dificultades. Hay tres opciones para las que probablemente sea aplicable la mayoría de los expatriados británicos. Los solicitantes deben haber vivido y pagado el impuesto sobre la renta durante cinco años en el país; estar casado con un belga o tener hijos belgas menores de edad. Las excepciones indicadas son si ha vivido en el país durante un período de al menos diez años y puede demostrar su integración en la sociedad belga.

«Para convertirse en ciudadanos belgas, deben presentar una solicitud en el municipio donde residen y pagar la suma de 150 euros. También deben demostrar que han residido legalmente en el país durante al menos cinco años y que están «socialmente integrados», explican desde Objectif, que en 2018 recibió 7.000 peticiones de ayuda.

«Una de cada dos solicitudes provenía de África del Norte, aunque hemos observado en los últimos años una fuerte subida de europeos, especialmente de británicos, a causa del Brexit. También de italianos y franceses, pero no de españoles», describe Fatiha Lamkadem, portavoz de la asociación. Al contrario que en el caso español, los británicos que consigan la ciudadanía belga pueden conservar su nacionalidad británica.

A juicio de Objectif, los criterios de Bélgica para conceder la nacionalidad generan una suerte de selección social. «Las personas que tienen más medios, ahora es de pago, tienen más posibilidades. También hay criterios laborales y educativos», subraya Lamkadem. «La ley actual ha introducido criterios como el conocimiento de la lengua, pero no solo ser capaz de comunicarse, sino también leer y escribir que es un verdadero problema para aquellos que hablan un francés perfecto, pero no han tenido la oportunidad de ir al colegio. Hay personas mayores pero también en torno a los 40 y que no están alfabetizados», agrega. El analfabetismo afecta a uno de cada diez habitantes de la Región de Bruselas, aproximadamente 300.000 personas, según datos de la asociación por el derecho de alfabetización Lire et Écrire.

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