Johnson asegura que la situación de Irlanda del Norte «es muy grave» tras la victoria del Sinn Féin
El 'premier' británico advierte de que el equilibrio del Acuerdo del Viernes Santo se está socavando y que las elecciones recientes demuestran que el protocolo no es sostenible en su forma actual
Sinn Féin, de brazo político del IRA a una victoria histórica en las urnas
Se inicia el nuevo año legislativo con la ausencia de la Reina Isabel II que se pierde, por primera vez en 59 años, la apertura del Parlamento
El Reino Unido ha «enfrentado desafíos sin precedentes en la historia reciente», como la pandemia de Covid-19, la invasión de Ucrania por parte del presidente ruso Vladimir Putin o la crisis de la economía global, problemas a los que «ningún país es inmune y ningún gobierno puede proteger a todos de su impacto de manera realista» de estas crisis. Así lo consideró este martes Boris Johnson, en el día de la apertura de la nueva sesión legislativa del año con el llamado 'Discurso de la Reina', que este año Isabel II no pronunció debido a sus problemas de salud . En su lugar, lo hizo su hijo el príncipe Carlos.
En el discurso no se hizo referencia al Protocolo de Irlanda del Norte, del que sí habló Johnson esta mañana al afirmar que «la situación en torno al Protocolo de Irlanda del Norte es ahora muy grave». En conversación con el el primer ministro irlandés, Micheal Martin, el «premier» aseguró que el equilibrio del Acuerdo del Viernes Santo se está socavando y que las elecciones recientes en Irlanda del Norte y que ganó el Sinn Féin, demostraron que el protocolo no es sostenible en su forma actual.
«A pesar de los repetidos esfuerzos del gobierno del Reino Unido durante muchos meses para arreglar el protocolo, incluidas las secciones relacionadas con el movimiento de bienes y la gobernanza, la Comisión Europea no ha tomado las medidas necesarias para ayudar a abordar la perturbación económica y política sobre el terreno», puntualizó un portavoz de Downing Street.
En el discurso, el gobierno estableció la hoja de ruta de su agenda legislativa, en las que destacó 38 proyectos de ley que pretende priorizar durante los próximos meses y que pondrán bajo los focos al primer ministro, muy afectado por los escándalos de su gestión y sobre todo de las fiestas ilegales celebradas en Downing Street durante el confinamiento, conocidas como el «partygate», que han procovado una estrepitosa caída en su popularidad.
El «premier» señaló que la prioridad ahora mismo para su Ejecutivo es «hacer crecer la economía» así como tener «calles más seguras» y «apoyar al NHS (el sistema nacional de salud) para eliminar los retrasos» provocados en la atención debido al coronavirus.
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