Bolsonaro, sobre el Covid-19: «El brasileño no se contagia, salta a una alcantarilla y no le pasa nada»

El presidente de Brasil afirma que en su país no se vivirá una situación parecida a la de Italia o España

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro EFE

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Nadando contracorriente de las principales recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS) y autoridades internacionales, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, estrenó una campaña de su Gobierno contra el aislamiento social bajo el lema «Brasil no puede parar», invitando a los brasileños que no sean ancianos, a que vuelvan a las actividade en favor de la economía.

En una disputa con los gobernadores de casi todo el país, especialmente de São Paulo, João Doria, y de Río de Janeiro, Wilson Witzel, que han decretado cuarentena casi total en sus estados, Bolsonaro decretó el jueves que las iglesias y las loterías son «servicios esenciales» y deben seguir funcionando.

Escéptico desde el principio, pese a que el país va hacia los 3 mil casos y registra 77 muertes (un 35% de aumento en un día), Bolsonaro afirmó además que el brasileño «no se contagia» y que no existe riesgo de llegar a las crisis vividas en Italia o en Estados Unidos.

«Creo que no llegará a ese punto. El brasileño tiene que ser estudiado. No se contagia. Se le puede ver saltar en una alcantarilla , bucear, ¿verdad? Y nunca le pasa nada. Yo creo que hay mucha gente que ya se ha contagiado en Brasil y ya tienen los anticuerpos que ayudan a que no siga proliferando», afirmó el mandatario, que ha visto de cerca el coronavirus, con más de 20 personas de su círculo infectadas, entre ellos, dos de sus hombres de mayor confianza.

Rumores sobre su contagio

«Por mi histórico de atleta, en caso de que fuera contaminado por el virus, no tendría que preocuparme , no sentiría nada, como mucho una gripecita o un resfriadito», afirmó en un discurso en cadena nacional que fue acompañado por cacerolazo de protesta en las principales ciudades brasileñas. Hay sospechas, sin embargo, sobre el contagio de Bolsonaro, que podría ser un portador del virus. El hospital de las Fuerzas Armadas, que realizó los exámenes de su equipo, informó que hay dos infectados más, cuyos nombres no serán difundidos , pese a una orden judicial, alimentando los rumores.

En sus discursos, Bolsonaro ha declarado que el mundo vive una histeria y que la prensa está haciendo un pésimo trabajo al provocar el pánico. El presidente ha dejado clara su posición contra el cierre de escuelas y de empresas, mientras propone que sólo los ancianos y otros grupos de riesgo se queden en sus casas, para evitar un desastre económico.

Presiones de evangélicos

Aliado de primer orden de las iglesias evangélicas neopentecostales , que ayudaron a elegirlo, Bolsonaro atendió el reclamo de los pastores contra el cierre de los templos en São Paulo y otras ciudades brasileñas.

En entrevista al diario O Estado de São Paulo, el pastor Silas Malafaia, uno de los principales líderes neopentecostales, apoyó a Bolsonaro y señaló que los gobernadores que se oponen al presidente tendrán que asumir el costo político de las medidas de aislamiento, cuando la crisis se acabe.

Líder de la Asamblea de Dios Victoria en Cristo (ADVC) y uno de los pastores con mayor influencia política, Malafaia explicó que los templos abrirán apenas para orientación individual de los fieles, pues el decreto mantiene la suspensión de las misas y de aglomeraciones.

«Estamos frente a la elección de Sofía. ¿Qué mata más, el coronavirus o el caos social?», declaró el pastor, que defiende a las iglesias como apoyo terapéutico para las personas en dificultades y llamó la atención sobre los problemas sociales de Brasil, como los más de 12 millones de desempleados que deben aumentar tras la pandemia.

Contra gobernadores y alcaldes

El decreto incluye la reapertura de las loterías federales. «En Brasil existen 12.956 casas de lotería y 2.463 se encuentran cerradas por decretos regionales o municipales», escribió Bolsonaro en su cuenta en Twitter.

En sus posiciones, Bolsonaro se enfrenta a las decisiones de cuarentenas y otras medidas de restricción anunciadas por gobernadores de 25 de los 27 estados nacionales. El Frente Nacional de Alcaldes, que reúne a los líderes de los 5.571 municipios brasileños, informó que «la postura del presidente es aislada» y que adoptarán medidas para cuidar a las personas de todas las edades.

El jueves, el Congreso aprobó un ingreso mínimo para los trabajadores informales y desempleados, mientras dure la crisis. El valor aprobado es el triple de la propuesta inicial del Gobierno y es equivalente a poco más de 100 euros por persona, que puede duplicarse en el caso de mujeres que sean responsables por la economía de sus casas.

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