Bolsonaro deja el hospital y vuelve al Gobierno
El presidente brasileño se recupera de la última cirugía vinculada al atentado que sufrió en septiembre
El presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro , recibió alta médica el miércoles, 17 días después de someterse a una delicada cirugía de retirada de la bolsa de colostomía que usaba desde el atentado que sufrió durante la campaña electoral en septiembre.
Bolsonaro, de 63 años, salió del hospital Albert Einstein, uno de los más prestigiosos de Sao Paulo, en el comienzo de la tarde, seguido por una escolta que lo llevó sobre hasta el aeropuerto de Congonhas, donde se embarcó para retornar a la capital brasileña y retomar su agenda como presidente.
El mandatario fue apuñalado mientras participaba en un mitin de su campaña en la ciudad de Juiz de Fora, en Minas Gerais, y la cirugía quedó pendiente después que se confirmó como presidente a fines de octubre. Bolsonaro, entonces, optó por operarse cuando hubiera terminado el proceso de transición de Gobierno , asumido el cargo y participado del Foro Económico Mundial, en Davos, del que participó en enero.
Bolsonaro se había internado el pasado 27 de enero para su tercera cirugía desde el atentado y salió de la intervención con un pronóstico positivo de los médicos. Una neumonía, sin embargo, complicó su cuadro de salud y lo obligó a pasar más días en el hospital para tratar la infección con antibióticos.
El agresor está preso
«Fueron 3 cirugías y más de 1 mes en el hospital en estos últimos 5 meses. Finalmente dejamos en definitiva el riesgo de muerte tras el intento de asesinato de un exintegrante del PSOL. Sólo tengo que agradecer a Dios ya todos por finalmente poder volver a trabajar en plena normalidad», escribió el mandatario en su cuenta en Twitter al anunciar su salida del hospital.
Bolsonaro se refería a Adelio Bispo de Oliveira, el hombre que atentó contra su vida y que se encuentra preso. Bispo fue militante del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), grupo que criticó el comentario presidencial y niega cualquier relación con el atentado.
Con la salud en orden, Bolsonaro debe retomar las propuestas de su Gobierno al Congreso, que estaban paralizadas, como la reforma del sistema de pensiones, y proyectos del combate al crimen y a la violencia, que están entre las principales promesas de campaña. La violencia en Brasil mata alrededor de 60 mil personas al año.
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