Biden logra aprobar el gran plan de infraestructuras
Diecinueve republicanos se suman a los cincuenta demócratas en el Senado en un acto de bipartidismo poco común
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Demócratas y republicanos aparcaron momentáneamente sus diferencias este martes para aprobar un plan de infraestructuras de un billón de dólares que supone un logro para la administración de Joe Biden , que aceptó reducir el gasto previsto a la mitad. Fueron 69 -de 100- los senadores que apoyaron este paquete de inversiones, con 19 republicanos uniéndose a los demócratas, en una muestra de bipartidismo poco común en Washington hoy en día.
Ahora, la Cámara de Representantes debe ratificar la ley de gasto, aunque la presidenta de esta, la demócrata Nancy Pelosi , ha dicho que no lo hará a menos que el Senado apruebe un presupuesto con abultados programas sociales y un gasto previsto de otros 3,5 billones de dólares , al que los republicanos se oponen en bloque.
El nuevo plan de infraestructuras aprobado en el Senado contempla grandes partidas para reconstrucción de carreteras, distribución de agua potable, mejora de obras públicas y refuerzo de la conexión a internet por banda ancha. Es la primera vez que este último apartado tecnológico se incluye dentro del conjunto de elementos, dotaciones o servicios necesarios para el buen funcionamiento de EE.UU.
Hacer realidad una vieja promesa
La ley de infraestructuras, negociada en jornadas maratonianas en el Capitolio, consta de 2.700 páginas, y comenzó como una iniciativa de 10 senadores dispuestos a hacer realidad una vieja promesa de prácticamente todos los presidentes, la de mejorar las estructuras del país, incluidos carreteras, aeropuertos y ferrocarriles. Las partidas incluyen mejoras en ambas costas para combatir los efectos inmediatos del calentamiento global y una sustitución plena de las tuberías de agua que tengan plomo, que son tóxicas.
Otro punto contemplado en este gran paquete de infraestructuras es el de reforzar los servicios públicos contra ciberataques, después de que «hackers» extranjeros se infiltraran, entre otros, en los servidores de la red eléctrica, según denunció el propio gobierno federal recientemente. En otros ciberataques, esos «hackers» interrumpieron el suministro de gasolina y la distribución de los productos de una gran empresa cárnica.
A pesar de las presiones del expresidente Donald Trump , que se ha pronunciado repetida e insistentemente en contra del acuerdo de infraestructuras que a él se le escapó, un grupo de republicanos centristas se han unido a los demócratas , incluidos Lisa Murkowski, de Alaska, y Rob Portman , de Ohio. Una de las principales críticas de los otros conservadores es que este paquete de inversiones aumentará unos 265.000 millones de dólares al déficit público durante la próxima época, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Pobreza y cambio climático
Para llegar a un compromiso, los demócratas en el Senado han aceptado que este gran paquete de mejora de las infraestructuras se apruebe no con un aumento de los impuestos a las rentas más altas, sino apropiándose de fondos de otras partidas , incluidas las ayudas por los efectos de la pandemia.
El otro presupuesto de 3,5 billones, que incluye apartados para pagar programas contra la pobreza y para combatir el cambio climático, deberán aprobarlo los demócratas, si es que lo hacen, en solitario en el Senado. Para ello necesitan todos sus votos, que son 50, más el de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris , además de sortear el más que probable veto republicano con un ardid formal.
Normalmente, el Senado de EE.UU. sólo aprueba leyes si hay un apoyo de 60 votos de los 100 para proceder a debate y votación final. Eso garantiza al menos cierto grado de bipartidismo. Pero en el caso de los presupuestos, el partido mayoritario, si no llega a los 60 escaños, puede forzar un voto por mayoría simple.
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