Biden no arriesga y elige a Kamala Harris como candidata a la vicepresidencia

La senadora por California aspira a ser la primera mujer y la primera persona negra en ostentar el cargo

Todo sobre las elecciones en EE.UU. 2020, en el Especial ABC

Kamala Harris acompañará a Joe Biden en la carrera presidencial de Estados Unidos ATLAS

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Kamala Harris , senadora novata por el estado de California, albergó el verano pasado alguna posibilidad de aspirar a ser la primera presidenta de EE.UU. Sorprendió en el primer debate entre candidatos, donde atacó con dureza a Joe Biden , el favorito. Le acusó de colaborar con legisladores segregacionistas en el pasado y capturó todos los titulares. «Fue un puñetazo en el estómago», dijo entonces el exvicepresidente con Barack Obama.

Ha pasado algo más de un año, Biden es hoy -como se esperaba- el candidato a la presidencia y aquellos ataques han cicatrizado. El demócrata le brindó este martes otro hueco en la historia: convertirse en la primera vicepresidenta del país y en la primera persona negra en ostentar el cargo . Y, de paso, ponerle más cerca de una futura presidencia.

Después de retrasos y mucho suspense, Biden deshojó ayer la margarita y nombró a Harris como su candidata a la vicepresidencia. No fue ninguna sorpresa. Biden anunció que su acompañante en el llamado « ticket presidencial » sería una mujer. Tras la oleada de reflexión y reconocimiento sobre el racismo estructural que vive EE.UU. como consecuencia de la muerte de George Floyd en Mineápolis -el último caso de abusos policiales contra la minoría negra en el país-, era casi seguro que la candidata perteneciera a una minoría racial.

Harris, hija de emigrantes de Jamaica y de India, reúne esas dos características. Y, sobre todo, es uno de los valores en ascenso del partido demócrata en lo que va de siglo, con una carrera meteórica: fiscal del distrito de San Francisco en 2004, fiscal general de California en 2011, senadora -segunda mujer negra de la historia- por California en 2017.

Si el asalto a la Casa Blanca fuera un partido de fútbol, Harris cubriría mucho terreno. Refuerza el tirón que Biden entre la minoría negra, su voz se ha sentido con fuerza en las exigencias de reforma policial en los dos últimos meses, apela al voto femenino , y es una moderada pragmática, que abrazó propuestas sociales ambiciosas en campaña, pero que no asustará al voto moderado de ambos partidos que persigue Biden, ni tampoco enfadará demasiado al votante izquierdista.

El «ticket presidencial» de los demócratas

Biden anunció su elección a sus seguidores en un breve mensaje: «Gran noticia: he elegido a Kamala Harris como mi compañera de candidatura. Juntos, y contigo, vamos a ganar a Trump ». La nueva candidata a la vicepresidencia aseguró en Twitter que era un honor ser la nominada y aseguró que Biden «puede unir al pueblo de EE.UU. porque ha dedicado su vida a luchar por nosotros. Como presidente, construirá un EE.UU. a la altura de sus ideales». Los dos miembros del «ticket presidencial» aparecerán hoy juntos en Delaware, donde Biden tiene su residencia, para comenzar su andadura conjunta de campaña.

«Joe Biden acertó con su decisión», reaccionó el expresidente Obama. «Con la elección de la senadora Kamala Harris como la próxima vicepresidenta de EE.UU., da muestras de su juicio y carácter . La realidad nos muestra que esos atributos no son opcionales en un presidente».

La campaña de Trump no tardó en criticar la elección. «Demuestra que Joe Biden es una cáscara vacía que la están llenando con la política extremista de los radicales de izquierda», dijo una portavoz.

No será fácil atacar por ahí a Biden, a quien Trump pinta como un monigote de la izquierda que está en contra de la policía. Porque Harris, que fue una dura fiscal general en California, es más bien una candidata de « ley y orden ».

En el Senado, se ha confirmado como una legisladora efectiva, y ganó relevancia nacional en los interrogatorios a altos cargos de Trump. En campaña, fue más irregular. Después del fulgor inicial, se desinfló pronto y demostró que puede tener pifias y que los candidatos izquierdistas la podrían arrinconar con cierta facilidad.

Ahora tiene dos meses y medio de campaña para contribuir a la victoria demócrata y labrarse su propio futuro. Si Biden gana, tendrá casi 82 años cuando busque su segundo mandato y es probable que no se presente. Nadie estará entonces más cerca de la Casa Blanca que su vicepresidenta.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación