Biden acepta recuperar las negociaciones nucleares con Irán

El acuerdo alcanzado con el país asiático en 2015 quedó encallado durante la presidencia de Donald Trump

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El Gobierno de Joe Biden ha devuelto a EE.UU. a la mesa de negociación con Irán. Su secretario de Estado, Antony Blinken , participó en una reunión telemática con sus homólogos de Reino Unido, Francia y Alemania en la que aseguró que la Administración Biden aceptaría una invitación de la Unión Europea para tratar la recuperación del acuerdo nuclear alcanzado con el régimen iraní en 2015 y que naufragó durante la presidencia de Donald Trump.

El español Enrique Mora, secretario general adjunto para asuntos políticos del Servicio Europeo de Acción Exterior, aseguró en su cuenta de Twitter que el acuerdo nuclear de 2015 entre el P5+1 (EE.UU., Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania) e Irán está « en un momento crítico », que se están produciendo «conversaciones intensas entre todos los participantes y EE.UU.» y que estaba «listo» para invitarles a una «reunión informal para discutir los próximos pasos».

Desde Washington, el principal portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, aseguró que la Administración Biden veía con buenos ojos la propuesta. «EE.UU. aceptará la invitación del Alto Representante de la Unión Europea (el también español Josep Borrell ) para participar en una reunión con el P5+1 e Irán para discutir una vía diplomática en adelante respecto al programa nuclear de Irán».

El acuerdo original, firmado en la recta final de la presidencia de Barack Obama -con Biden de vicepresidente- , establecía que Irán se desharía del 97% de su combustible nuclear, limitaría su capacidad de producción de manera que tardaría al menos un año en fabricar un arma nuclear y se sometería a la inspección periódica de agentes internacionales. A cambio, las potencias extranjeras -EE.UU. incluido- levantarían el régimen de sanciones contra la economía del país islámico.

En su ascenso al poder, Trump lo calificó como el « peor acuerdo de la historia » y, nada más llegar a la Casa Blanca, denunció que Teherán lo incumplía y recuperó las sanciones económicas.

No está claro si Irán mostrará la misma disposición para sumarse a la mesa de negociación. Como la pescadilla que se muerde la cola, Washington y Teherán se acusan de forma mutua de incumplir el acuerdo primero y ese será el primer obstáculo que dejar atrás para recuperar las negociaciones.

Durante la campaña, Biden aseguró que que su Administración retiraría las sanciones si Irán cumplía con el acuerdo como hizo hasta 2019. Pero Teherán considera que EE.UU. incumplió el acuerdo antes y que deberá levantar las sanciones para que ellos también cumplan.

En un mensaje en Twitter, el ministro de Exteriores de Irán, Mohammad Javd Zarif , aseguró que dependía de que estadounidenses y europeos «acaben con el legado de terrorismo económico de Trump contra Irán».

Tras la reunión de Blinken con sus homólogos europeos, el grupo emitió un comunicado en el que defendía que la nueva «oportunidad» que se abre para reflotar el acuerdo y afirmaban su « objetivo compartido » de que Irán «regrese al cumplimiento total de sus compromisos» para que EE.UU. haga lo mismo.

Otro de los participantes en el acuerdo, Rusia, exigió a EE.UU. e Irán que acerquen posturas para recuperar el acuerdo. «Las disputas infantiles sobre quién debe dar el primer paso son totalmente contraproducentes», aseguró Mikhail Ulyanov , embajador de Rusia en las organizaciones internacionales en Viena, incluida la Agencia Internacional de Energía Atómica, que supervisa el acuerdo. «El proceso debe ser sincronizado cuidadosamente».

Un momento decisivo para la reanudación de conversaciones será este mismo fin de semana: el domingo 21 de febrero se cumple el plazo establecido por Irán por el que no permitirá la entrada de inspectores internacionales y aumentará la producción de uranio enriquecido si EE.UU. no levanta sanciones y vuelve al acuerdo.

Dos altos cargos del Departamento de Estado de EE.UU. que comparecieron ante los periodistas aseguraron que, junto a sus socios europeos, exigían a Irán que no cumpla con esa amenaza para volver a las negociaciones.

Como gesto de buena voluntad, Washington reabrirá la entrada a diplomáticos iraníes para que puedan acudir a la sede de Naciones Unidas en Nueva York y ha retirado la exigencia a la comunidad internacional de que cumpla con el régimen de sanciones a Teherán.

«Todo esto no es en sí mismo un avance», defendió uno de los altos cargos diplomáticos de EE.UU. «Hasta que no nos sentemos a negocia, no ocurrirá nada ».

La reapertura de la via diplomática con Irán no ha sido bien recibida, como era de esperar, por los republicanos en EE.UU. «Es preocupante que la Administración Biden ya esté haciendo concesiones en un aparente intento de recuperar el desastroso acuerdo con Irán», criticó el diputado Michael McCaul , el republicano de mayor rango en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes. «Necesitamos asegurar un acuerdo mejor que mantenga la seguridad de los estadounidenses frente al amplio rango de amenazas malignas de Irán».

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